Una visita no agendada del presidente Trump al hospital genera preguntas

La Casa Blanca aseguró que la inesperada visita al médico se debió a que el presidente quiso "aprovechar un fin de semana libre" para sus exámenes anuales, que no le tocaban hasta febrero. A diferencia de los chequeos anteriores, este no figuró en la agenda pública del presidente.

La Casa Banca aseguró que no hay nada de qué preocuparse, luego de una inesperada visita del presidente Donald Trump al hospital este fin de semana.

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El sábado, el mandatario pasó poco más de dos horas en el Walter Reed Medical Center —en la periferia de Washington— para lo que asegura fue parte de su chequeo médico anual.

"(...) Comencé la primera fase de mi chequeo físico anual. Todo muy bien (¡genial!). Lo completaré el próximo año", dijo el domingo en un tuit.


Pero, a diferencia de las dos últimas ocasiones en que Trump se sometió al chequeo de rutina, esta vez la visita al centro médico no figuró en la agenda pública del presidente ni fue avisada con antelación. Por otra parte, su última revisión de salud tuvo lugar en febrero, por lo cual el mandatario visitó el hospital con unos tres meses de antelación.

Contrario a lo que es más común en estos casos, el personal médico de Walter Reed tampoco recibió un aviso sobre una visita presidencial al centro, lo que indica que se trató de una decisión programada a último minuto, recoge un reporte de CNN.

Aunque el presidente no está obligado a informar sobre sus visitas al médico para chequeos de rutina, estas inusuales circunstancias generaron preguntas sobre su salud.

"Rumores irresponsables"

Sin embargo, la Casa Blanca negó que se haya escondido información al público y aseguró que Trump "se mantiene saludable y enérgico".

"El presidente se mantiene saludable y enérgico, sin quejas, como lo demuestran sus repetidas actuaciones plenas de energía frente a miles de estadounidenses, varias veces a la semana", dijo en un comunicado Stephanie Grisham, portavoz de la Casa Blanca. Ante las especulaciones de la gente y la prensa, la vocera también tuiteó:

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"Parece ser mucho más divertido para la gente/algunos reporteros, especular y difundir rumores irresponsables/peligrosos". Y agregó que el presidente pasó tiempo con el personal médico del centro y visitó una familia militar después del chequeo.


Grisham también dijo que la visita se adelantó debido a que Trump tendrá un año 2020 "muy cargado", por lo que "aprovechó un fin de semana tranquilo para emprender su visita médica anual a Walter Reed".

Tras su último chequeo físico anual en febrero pasado, Sean Conley, médico de la Casa Blanca, anunció que Trump medía 1,90m, pesaba 110 kilos y que su estado general de salud era "muy bueno".

En 2018, Ronny Jackson, que por entonces era el médico de la Casa Blanca, había anunciado en conferencia de prensa sorpresiva que el magnate republicano tenía "genes increíblemente buenos".

"Está apto para ejercer sus funciones. Creo que lo seguirá estando hasta el fin de su mandato e incluso hasta el fin de otro mandato si es reelecto", señaló.

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