Aunque hay jueces y fiscales retirados en Texas ayudando en el procesamiento de migrantes que permanentemente cruzan la frontera, como pidió el gobernador del estado, Greg Abbott, cientos pasan meses a la espera de poder ver por primera vez a un juez de inmigración, reporta la web del The Texas Tribune.
En el conservador condado rural Kinney, en un punto entre Del Río y Piedras Negras y donde ocurre el mayor número de detenciones por invasión, unas 90 a la semana, organizaciones defensoras de derechos humanos estimaron que los migrantes arrestados durante el último mes esperarán hasta un año para presentarse en una corte a que evalúen sus casos, el máximo tiempo que les darían en prisión si fueran condenados por invadir propiedad privada.
El diario reporta que una controvertida reorganización por parte del juez del condado, Tully Shahan, podría generar que las detenciones sean aún más largas y que los migrantes que no puedan pagar su fianza sean mantenidos indefinidamente en prisión a menos de que se declaren culpables en la primera audiencia a cambio de una sentencia por tiempo cumplido.
The Texas Tribune informa que esta semana el juez Shahan incluso canceló esta semana la audiencia de 20 migrantes hombres y destituyó a los tres jueces jubilados —dos republicanos y un demócrata— que habían estado decidiendo la mayoría de los casos. Para remplazarlos eligió a cinco jueces más. Activistas en la zona han considerado la decisión como una retaliación contra los jueces por liberar migrantes.
"Supongo que son sus amigos", dijo al periódico Stephen Ables, el juez administrativo de la región, quien nombró a los tres jueces retirados de una lista que le proporcionó el estado.
Hasta ahora, los jueces retirados elegidos habían acordado en las primeras audiencias judiciales liberar a los migrantes sin pagar fianzas mientras sus casos avanzaban lentamente. Otros, que pudieron pagar sus fianzas en efectivo, salieron antes pero generalmente fueron transferidos a las autoridades federales de inmigración que o los detuvieron, o los deportaron o los dejaron en libertad en Estados Unidos a la espera de sus audiencias de asilo.
Shahan, según el reporte, ha procedido diferente en su condado. No ha permitido que los migrantes sean puestos en libertad sin pagar fianza después de que se declaran inocentes. Los ha dejado en cárceles estatales mientras esperan una fecha de juicio.