Steve Bannon
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Stephen Bannon, quien será el consejero principal del nuevo presidente electo, tiene un pasado lleno de controversias, desde denuncias por comentarios inapropiados de contenido sexual a sus empleados, hasta críticas de tener una ideología supremacista y anti-semita.
El presidente de Breitbart, una publicación online ultraconservadora y panfletaria, fue elegido por Donald Trump como su tercer jefe de campaña en agosto, en un momento en que el magnate buscaba reflotar su candidatura.
Bannon, quien también fue un oficial naval y trabajó en el banco Goldman Sachs, no tenía experiencia en política. Pero era un fiel partidario de Trump y de su estilo más belicoso e irreverente.
Aunque la elección de Rience Priebus como jefe de gabinete tranquilice a los políticos más tradicionales de Washington, la cercanía de Bannon al poder y al oído de Trump es alarmante para muchos. Su publicación, Breitbart News, es el brazo mediático de un movimiento extremista conocido como Alt-Right, o derecha alternativa.
El director del Centro de Monitoreo del Odio (Hate Monitor Center) de la California State University, Brian Levin, explicó a Univision Noticias en agosto que la Alt-Right es heredera del supremacismo blanco, reempaquetado y presentado con un nuevo nombre más aceptable para las nuevas generaciones que no quieren ser identificadas con el Ku Klux Klan o los neonazis.
En estos momentos, el nombre de Steve Bannon es tendencia en Twitter. El republicano John Weaver, quien fue estratega del gobernador de Ohio John Kasich durante su campaña presidencial, escribió: "La extrema derecha fascista y racista está representada a pasos de la Oficina Oval. Sean muy vigilantes, Estados Unidos”.
La comentarista republicana, Ana Navarro, calificó la elección de Bannon como una razón para que el país esté "muy asustado".
"¡Oh diablos! Supremacista blanco, anti gay, anti-semita, vengativo, un tipo aterrador nombrado principal estratega. Después de vomitar, ten miedo, Estados Unidos", dijo Navarro en la red social.
La presencia de Bannon en la órbita presidencial también amenaza con exacerbar las pasiones en un país dividido, donde opositores de Trump se han lanzado a las calles de ciudades como Nueva York, Portland y Miami a protestar contra la elección de un presidente al que acusan de ser racista y xenófobo.