El conductor del tren Amtrak, que dejó 8 muertos y más de 200 heridos cuando se estrelló en Filadelfia, no usaba su teléfono celular al momento del choque. Esta fue la conclusión a la que llegó la Junta de Seguridad en Transporte y la que termina con la teoría de que en el momento del accidente, Brandon Bostian había realizado llamadas.
El conductor del tren Amtrak no usó su celular en el momento del accidente
Es la conclusión a la que llegó la Junta de Seguridad en Transporte y la que termina con la teoría de que en el momento del accidente, Bostian lo usaba.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés), había estudiado los registros del teléfono móvil de Bostian. Las investigaciones apuntaban a varias llamadas, mensajes de texto y el uso de internet, por parte del conductor el día de la tragedia.
La actividad del celular fue comparada con los datos de la grabadora del convoy, videos del exterior, comunicaciones radiales y el video de vigilancia.
El abogado de Bostian había asegurado que su cliente mantuvo el aparato en su bolsillo, y que únicamente lo utilizó para llamar a emergencias después del accidente.
Ocho personas murieron y más de 200 resultaron heridos en el descarrilamiento ocurrido el pasado 12 de mayo. Los inestigadores aún intentan determinar la causa por la que el tren, que iba de Washington a Nueva York, iba a más del doble de velocidad permitida de 50 millas por hora en una curva cerrada.
Bostian, según su abogado, sufrió una conmoción cerebral tras el descarrilamiento y "no tiene absolutamente ningún recuerdo sobre lo que pasó". También dijo que no había estado bajo la influencia de drogas o alcohol y que su celular había sido apagado.
El presidente de Amtrak hizo una emotiva promesa a legisladores de que la tecnología que incrementa la seguridad en los trenes se utilizará ya, mientras demócratas y republicanos cruzaron acusaciones en torno a la presunta responsabilidad del gobierno de Obama por no instalar esa tecnología.
Amtrak ya ha colocado esa tecnología en las vías que posee en el corredor del Noreste, que va de Boston a Washington, pero no estaba en operación cuando el tren regional 188 de ese corredor entró a una curva a más de 107 millas.
El congreso ordenó en 2008 que se colocara esa tecnología en los trenes de pasajeros y carga para fines de 2015.
En un informe preliminar de dos páginas se calcula que los daños provocados por el descarrilamiento del 12 de mayo superan los 9.2 millones de dólares.

