Más de 15 millones de estadounidenses, desde Arizona hasta Louisiana, siguen bajo alerta por las lluvias monzónicas que generan peligrosas inundaciones repentinas. La peor parte se la llevó Moab, en Utah, en donde las aguas de los ríos se desbordaron hasta dejar bajo el agua a calles y negocios. En Dallas, Texas, la intensas precipitaciones provocaron numerosos accidentes debido a que las carreteras quedaron llenas de lodo.
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