Habitantes de Donetsk y Lugansk comienzan a evacuar y trasladarse a Rusia ante lo que se considera como una inminente ofensiva militar, mientras el presidente Vladímir Putin admite que la situación se complica en la frontera y hace un llamado a Ucrania a sentarse en la mesa de negociaciones para buscar una salida al conflicto. La tensión aumenta tras el reporte de varios enfrentamientos en la región del Donbás, además de la explosión de este viernes.
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