Un mexicano compró unos aretes de la joyería Cartier por $13, los cuales en realidad costaban $13,000. La marca francesa quiso cancelarle la transacción alegando que había sido un error en la página web y que lo compensaría con una botella de champaña. Él se negó, recurrió a protección al consumidor y ganó la disputa legal. Te recomendamos: Encontraron 40,000 dólares en un viejo sofá y los devuelven.