Dorian Johnson, el testigo que dijo públicamente que Michael Brown intentaba rendirse ante el agente Darren Wilson antes de que él le disparara al joven afroamericano, fue arrestado bajo la sospecha de posesión de drogas y resistencia al arresto de la policía del condado de St. Louis.
Detienen a Dorian Johnson, testigo clave de la muerte de Michael Brown
Dorian Johnson, el testigo que dijo públicamente que Michael Brown intentaba rendirse ante el agente Darren Wilson, fue arrestado.

Johnson no ha sido acusado pero fue detenido tras presuntamente interferir en un arresto y por intentar esconder narcóticos. Se piensa que estaba con otras personas armadas al momento de la detención.
El diario St. Louis Post-Dispatch indicó que presuntamente tenía medicina para la tos mezclada con drogas ilegales.
Su arresto ocurrió el día en el que se anunció que se presentaría una demanda en contra de la ciudad de Ferguson, el Departamento de la Policía local y el ahora exfuncionario, Darren Wilson, por los hechos en los que perdió la vida el joven afroamericano, Michael Brown.
Johnson se encontraba con Brown cuando ambos presuntamente fueron confrontados por Wilson.
En la demanda indica que éste intentó forzar a Brown a su patrulla y disparó a ambos sin hacer un llamado de alerta.
La muerte de Brown generó gran cantidad de protestas en Missouri y el resto del país.
Los padres del joven afroamericano Michael Brown (18), muerto a tiros por un policía blanco el 9 de agosto de 2014, entablaron hace unos días una demanda contra la ciudad de Ferguson por un caso de "muerte por negligencia" y exigió una indemnización de $75,000 dólares por daños y perjuicios.
El caso centró la atención nacional en la a menudo contenciosa relación entre los jóvenes negros y la policía en Estados Unidos.
Abogados de los padres de Brown, Lesley McSpadden y Michael Brown Sr., presentaron la demanda.
Brown fue baleado por el policía Darren Wilson durante una confrontación. El incidente causó protestas, en ocasiones violentas y desató un movimiento nacional.
Al final, las autoridades locales y federales fallaron que Wilson actuó de forma justificada.