Crisis en Venezuela
Cuando traficar con la comida se convierte en un negocio lucrativo en Venezuela
Mientras unos sufren la escasez y las largas colas para comprar alimentos en Venezuela otros ganan grandes sumas de dinero en el proceso de la importación, distribución y venta, según denunció una investigación de la agencia 'The Associated Press'. El general retirado Antonio Rivero, que rompió con el gobierno en 2014, dijo que el presidente, Nicolás Maduro, puso al ejército a cargo de la comida para evitar que soldados hambrientos participaran en un alzamiento contra su gobierno.

Un joven utiliza una funda de almohada para recoger arroz del pavimento caído de un camión de mercancías que espera para entrar en Puerto Cabello, la ciudad portuaria por la que pasan la mayoría de importaciones de alimentos del país.
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Un hombre cocina piel de pollo que encontró en un basurero de Puerto Cabello. Cuando la comida importada se estropea en puerto, el ejército intenta librarse de ella con discreción enterrándola en vertederos como este. Los vecinos dijeron que han podido recuperar avena, pipas de girasol y alimento para cerdos tirado por el ejército este año.
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Las manifestaciones se suceden desde junio para protestar por la escasez de comida y la inflación. El presidente, Nicolás Maduro, ha ampliado el poder de los generales, que se han convertido en un apoyo para su gobierno mientras la economía se hunde y crecen las protestas callejeras.
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El expresidente Hugo Chávez empezó a dar control a los militares sobre la comida y la economía en general, tras intentos de la oposición de derrocarlo en 2002. En esta imagen de archivo del 14 de febrero de 2004, el ejército crea un perímetro en un mercado de comida subvencionado por el estado en la capital, Caracas.
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Tras las violentas protestas callejeras después de que el presidente Nicolás Maduro decretara por sorpresa este mes la retirada del billete de 100 bolívares, el de mayor valor y que supone la mitad de la moneda de curso legal, prorrogó su uso hasta el 2 de enero de 2017.
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Un hombre carga con bolsas de material reciclable que recogió en un vertedero en Puerto Cabello, el pasado noviembre. Cuando la comida se echa a perder, los militares tratan de deshacerse de ella discretamente, según denuncian algunos empleados del puerto de forma anónima.
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Un soldado de la Guardia Nacional vigila camiones que salen del puerto en Puerto Cabello, el pasado 19 de diciembre. En toda la cadena de mando, de los generales de alto nivel a los soldados de a pie, los militares utilizan su creciente poder sobre el suministro de comida para lucrarse, denuncia 'The Associated Press'.
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Grúas sobre varios contenedores en el puerto de Puerto Cabello, donde en 2014, según el general Hebert García Plaza, 3,900 contenedores de bienes importados por el gobierno quedaron abandonados, quien fue ministro del Poder Popular para la Alimentación y está requerido por las autoridades venezolanas.
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Un camionero descansa en una hamaca bajo su vehículo mientras espera para entrar al puerto en Puerto Cabello en noviembre. Los conductores tienen que esperar días para recoger la carga. Las demoras en la entrada al muelle son un castigo a los propietarios de las empresas de transporte que se niegan a pagar sobornos a los oficiales del ejército, según el presidente de la asociación de camioneros de Puerto Cabello, Jose Petit.
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Un grupo de personas espera en el exterior de un supermercado para comprar comida subvencionada por el gobierno en Caracas, la capital. A medida que la producción nacional se frena, el estado adquiere el rol de importar casi toda la comida que llega al país.
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En ocasiones, la comida se pudre en los puertos a pesar de que el 90% de los venezolanos dicen que no pueden permitirse comida suficiente.
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Un cartel junto a la autopista cerca de Puerto Cabello muestra una hormiga y la frase “libre de bachaqueros”. Los venezolanos llaman 'bachaqueros' a quienes viven de revender comida de forma ilegal, tomando el nombre de unas hormigas que cortan hojas para transportar comida a través de la jungla.
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Jóvenes trepan a un camión vacío de comida el pasado 14 de noviembre para buscar granos sobrantes, durante una parada del vehículo ante el puerto de Puerto Cabello, la ciudad portuaria por la que pasan la mayoría de importaciones de alimentos del país.
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Nuevos camiones de mercancía del gobierno utilizados para transportar comida importada esperan ante la entrada del almacén de Laramar en Puerto Cabello, el pasado noviembre. “Ahora la comida da más que la droga”, dijo el general retirado Cliver Alcalá, que rompió con el gobierno este año.
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