Denunció que el cadáver de su hijo estaba en casa de su novia: lo confirmaron 8 años después

Guadalupe Saavedra vive una pesadilla: el lunes sepultó a su hijo Eric Israel Mercado, quien desapareció hace ocho años. Ella sospechaba que la novia de él lo mató y lo enterró en la casa que compartían, a dos cuadras de la suya en San Bernardino, California. Pero la Policía no le creyó.

“Yo les dije muchas veces: ahí está, ahí está, ahí está… Fuimos varias veces a la policía y muchísimas veces llamé y nadie me contestó. Dejé de ir a la estación de policía porque miré la actitud de los detectives, cómo me trataban, me veían como que estaba loca. Yo hacía mis investigaciones sola, con mis hijas, con mi amiga”, cuenta Saavedra en una entrevista con Univision Noticias.

Su intuición de madre y la información que fue recopilando por su cuenta coincidían en que el cuerpo de su hijo estaba sepultado en algún lugar de esa vivienda.

Su hipótesis se confirmó hasta finales de agosto, cuando detectives de homicidios de la Policía de San Bernardino recibieron información sobre posibles restos humanos en una “tumba improvisada” en el domicilio donde vivían Mercado y su novia Trista Spicer, en la cuadra 1400 de la calle Davidson.

En el interior de la fosa estaban los restos de Mercado, cuya desaparición fue reportada a las autoridades el 10 de octubre de 2014, cuando tenía 35 años. Spicer ya no vivía en ese lugar.

“Con base en la evidencia recopilada por los detectives de homicidios, se determinó que Spicer fue responsable del asesinato de Mercado, y se emitió una orden de arresto contra ella”, informa un comunicado de la policía.

Esta mujer de 43 años fue detenida el 2 de septiembre en la ciudad de Yucaipa, en el condado de San Bernardino, y fue transportada a una cárcel municipal por el cargo de asesinato.

Saavedra, de 64 años, reclama que la policía no le hizo caso y extendió su dolor.

“Fueron ocho años que han sido un infierno para mí y mi familia. Ocho años que lloraba día y noche. Ocho años buscando calle por calle. Lo busqué en todas partes, en todas las cárceles de California, de Oregon. ¿Cómo lo iba a encontrar allá si él estaba a dos cuadras de mi casa? Yo le decía a la policía: mi hijo no salió de allí”, señala.

“Esto es como algo de terror"

Mercado nació en México en 1978 y siendo un bebé fue traído a California. Su relación sentimental con Spicer llevaba casi tres años. Él se ganaba la vida haciendo reparaciones eléctricas automotrices en el patio de la casa de su madre. Pero una mañana no volvió.

“Desapareció el sábado y el lunes vino la muchacha a decirme que él tenía tres días que no iba a dormir… Me dijo que el día que se fue estaba enfermo, que le dolía el estómago y quería leche con miel. Esa mujer es una asesina, tenía todas sus estrategias”.

Comenzó a sospechar de Spicer porque se alejó sin motivo y fue a recoger un auto antiguo de Mercado, un conflicto en el que tuvo que intervenir la policía. “Yo le dije: tú con esto me estás diciendo que mi hijo ya no va a volver. ¿Por qué vienes por el carro? Yo le dije al policía: ella mató a mi hijo”.

Saavedra afirma que una persona se le acercó para confesarle que había ayudado a Spicer limpiando la sangre de la escena del crimen. “El me dijo que ella le había pegado con una cazuela en la cabeza hasta que lo mató y que él tuvo que limpiar le cochinero”.

Ese relato parece coincidir con la causa de muerte de Mercado: por un golpe contuso en la cabeza.

De acuerdo con esta madre, un detective de homicidios ni siquiera anotó esa y otras informaciones que le fue compartiendo en su momento.

Ahora ella tiene otra teoría: que Spicer no actuó sola. “Si lo mataron fue la mano de un hombre que le pegó con fuerza, yo no creo que solo fuera ella”.

El sargento Tomas Equino, vocero de la Policía de San Bernardino, señaló en un breve correo electrónico enviado a este medio que “en cuanto a las afirmaciones de la señora Saavedra, no estaremos comentando sobre sus aseveraciones”.

La agencia no ha especificado en qué lugar encontraron el cadáver. La madre de la víctima cree que lo enterraron debajo de una escalera de ladrillos que Spicer construyó y cuenta que ella vigiló un par de veces la casa buscando anomalías, pero no vio nada. La Policía entró una vez al domicilio “pero miraron muy superficialmente… Ellos no estaban buscando nada”, según ella.

“Esto es como algo de terror. Cuando pienso en eso, mi cabeza no lo puede asimilar. Estoy en shock (impresionada). Te lo cuento y siento que es mentira”.

Dos policías la visitaron a finales de agosto para informarle que habían localizado el cuerpo de su hijo. Ya le habían hecho la autopsia y lo tenían identificado plenamente. Aún así, Saavedra pidió ver sus restos. “Fui, lo destapé y vi un fierro que tenía en una pierna porque se la quebró. Fue algo muy difícil”.

Saavedra exige que cambien los métodos de investigación en los casos de desaparecidos y homicidios para que otras madres no sufran lo mismo. “Que haya justicia y que la policía haga su tarea”, pidió.

Eric Mercado fue sepultado el lunes en el cementerio Hermosa Gardens de Colton, California.