Película nominada al Oscar revive el caso de dos niños de 11 años que asesinaron a un bebé; la madre de la víctima quiere que retiren la cinta

En 1993 todo Reino Unido se conmovió por un terrible crimen. Denise Fergus había salido con su hijo de 2 años, James Bulger, a comprar unas chuletas de cerdo para la cena. La madre se distrajo en busca del cambio exacto para pagar las carnes y en ese segundo de descuido su pequeño desapareció. Luego las cámaras del centro comercial registrarían al menor de la mano de los adolescentes, que luego se sabría que tenían tan solo 11 años.

Los jóvenes captores llevaron al bebé a dar una larga caminata, zigzagueando por las calles de Liverpool por más de dos millas, inventando historias para eludir a los transeúntes que preguntaban preocupados por el bebé que lloraba y que tenía una herida en la frente. Luego, cerca del ferrocarril, quienes habían raptado a James le arrojaron pintura en los ojos y lo apedrearon hasta matarlo.

Robert Thompson y Jon Venables fueron capturados y llevados a juicio el 25 de noviembre de 1993. Después de oír sus testimonios, el jurado los declaró culpables en seis horas y fueron condenados por lo que el juez calificó de “un acto sin paralelos por su barbaridad y maldad”.

Aunque la historia capturó la atención de todos los medios, que mostraron una y otra vez las imágenes de los jovencitos llevando de la mano el bebé en las cámaras de video, los padres de la víctima trataron de eludir todas las noticias y ni siquiera asistieron al juicio, solo para no saber los detalles de la dolorosa muerte de su hijo.

Casi tres décadas han pasado desde el episodio que aún es reconocible en la memoria de muchos británicos y que ahora será reconocido por millones en todo el mundo una vez que los crueles detalles del juicio de los convictos más jóvenes de Reino Unido han sido llevados al cine por el director irlandés Vincent Lambe, en una película corta, de 30 minutos, titulada ‘Detainment’.

El martes, cuando se dieron a conocer los detalles de la lista de nominados a los premios Oscar, los padres de James Bulger no solo se enteraron de la existencia de la cinta, para la que no fueron consultados, sino que se dieron cuenta de que el film había sido nominado a un premio de la academia.

De inmediato Denise Fergus, la madre de la víctima, dejó saber su indignación en redes sociales y se unió a una campaña en Change.org para que más gente se una a su clamor de madre para que la memoria de su hijo sea respetada, sobre todo, argumenta la mujer, porque la historia está enfocada en los relatos de los victimarios. Más de 100,000 personas han apoyado la petición, aunque aún la Academia no se ha pronunciado ante la polémica.

"¡Una cosa es hacer una película como esta sin contactar u obtener el permiso de la familia de James, pero otra es que se represente las últimas horas de la vida de James antes de que fuera brutalmente asesinado y que a mi familia y a mí nos toque volver a vivir esto!", expresó la madre en su cuenta de Twitter.

El director de la cinta se ha excusado públicamente con la familia por no consultarles sobre su realización y ha explicado que su intención no ha sido crear una apologia a los dos asesinos de 11 años, sino "humanizarlos". A pesar de que ha ofrecido que todas las ganancias de la película sean destinadas a la memoria de James Bulger, la familia solo quiere una cosa y es que ni ellos ni nadie tenga que presenciar en una recreación de la ficción lo que su hijo tuvo que vivir en carne propia.