Otro expresidente salvadoreño perseguido por la justicia: capturan a Saca por lavado de dinero

Elías Antonio Saca González (2004-2009) fue capturado este domingo en un salón de banquetes mientras celebraba la boda de uno de sus hijos. Con él ya son tres exmandatarios perseguidos por la justicia en los últimos cinco años.

Video Expresidente de El Salvador, Antonio Saca, fue detenido por acusaciones de corrupción

SAN SALVADOR, El Salvador.- El expresidente salvadoreño Elías Antonio Saca González (2004-2009) fue capturado a la 1:30 de la mañana de este domingo en un salón de banquetes en las afueras de San Salvador, donde celebraba la boda de uno de sus hijos. En la fiesta participaban dos funcionarios de su gabinete que, al igual que el exmandatario, fueron arrestados por s ospechas de que formaron parte de una red que se apropió de recursos públicos y que lavó dinero.

Saca González es uno de los principales empresarios radiales de El Salvador: es dueño de seis empresas que tienen 21 concesiones para la explotación de frecuencias de radio, con las que cubre tres veces el territorio nacional. Fue presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), una plataforma que le sirvió para convertirse en candidato presidencial por el partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (Arena).

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Junto al exmandatario fueron capturados César Daniel Funes Durán, exsecretario para la juventud y expresidente de la autónoma que distribuye agua, y Julio Humberto Rank Romero, el que fuera su secretario de comunicaciones. Los tres políticos fueron remitidos a las bartolinas de la División Antinarcóticos de la Policía, en espera que los fiscales presenten el requerimiento por los delitos de peculado (apropiación de recursos públicos), agrupaciones ilícitas y lavado de dinero en un plazo máximo de 72 horas.

La Fiscalía salvadoreña también giró una orden de captura contra el Secretario Privado de la Presidencia, Élmer Roberto Charlaix Urquilla, un hombre clave en la campaña presidencial y en el manejo de los fondos de una “partida secreta”. Él se presentó voluntariamente a las bartolinas policiales, donde dio una escueta declaración a la prensa: “Vengo hacerle frente a las acusaciones que me están haciendo y a ponerme en manos de la justicia”.

Saca saluda al expresidente Funes el día de la investidura del segundo. Hoy, la justicia tiene la vista puesta en ellos.
Saca saluda al expresidente Funes el día de la investidura del segundo. Hoy, la justicia tiene la vista puesta en ellos.
Imagen Yuri Cortez / Getty Images

En el 2003, Charlaix Urquilla fue el jefe de campaña de Saca. Según la Fiscalía, esa campaña fue financiada con 10 millones de dólares que Taiwán donó para los damnificados de unos terremotos, pero el expresidente Francisco Flores, que falleció este año antes de ser juzgado, supuestamente los desvió para cuentas bancarias del partido Arena.

Posteriormente a esos hechos y una vez que ganó la presidencia, Saca González nombró a Charlaix Urquilla como Secretario Privado, un cargo que le permitía acceder a los fondos de la partida secreta de la Presidencia.

Hace 17 días, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) ordenó un juicio civil por enriquecimiento ilícito contra Charlaix Urquilla. El ente encargado de investigar el patrimonio de los funcionarios públicos, la Sección de Probidad de la CSJ, determinó que el exsecretario privado de la Presidencia no justificó 18.8 millones de dólares. Una parte de ese dinero terminó en cuentas bancarias del expresidente Saca González, quien también enfrenta un juicio civil por enriquecimiento ilícito.

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La investigación de la Fiscalía también incluye a otros tres ejecutivos que continúan trabajando en Casa Presidencial: el jefe de la unidad financiera institucional, Francisco Rodríguez Arteaga; el tesorero, Jorge Alberto Herrera Castellanos; y el contador del secretario privado de la Presidencia, Pablo Gómez. Ellos son acusados de peculado y agrupaciones ilícitas.

En la último lustro, Saca González es el tercer presidente salvadoreño salpicado por corrupción. En 2014, Francisco Flores fue procesado por el supuesto desvío millonario de la donación de Taiwán, pero murió días antes del juicio. En septiembre de 2016, la Fiscalía allanó varias casas de Mauricio Funes, del FMLN, pero él huyó hacia Nicaragua, donde se declaró perseguido político y pidió asilo.