Pekín se halla atrapada bajo una 'nube tóxica gigante' tan densa que ni los aviones pueden despegar

La ciudad vivió por quinto día consecutivo bajo los efectos de una densa nube de contaminación que afecta también a otras ciudades. La visibilidad es tan escasa que incluso se han cerrado calles y carreteras para evitar accidentes.

Edificios en el centro de Pekín, cubiertos por la densa contaminación el 20 de diciembre.
Edificios en el centro de Pekín, cubiertos por la densa contaminación el 20 de diciembre.
Imagen AP

La contaminación vuelve a hacer mella en China: gran parte del noreste del país más poblado del mundo se encuentra por quinto día consecutivo bajo una 'nube tóxica gigante' de contaminación que ha llegado a provocar el cierre de carreteras, la cancelación de vuelos y ha enviado al hospital a numerosas personas.

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Al menos 23 ciudades se han visto obligadas a decretar una alerta roja debido a la mala calidad del aire, según publicó Xinhua, la agencia oficial china. Algunas de ellas, han paralizado obras y han implementado medidas para reducir el tráfico.

Entre las urbes afectadas se encuentra Pekín, la capital del país donde viven más de 21 millones de personas. Este martes la ciudad vivía bajo su quinto día de alerta, que se espera sea levantada mañana miércoles. Pese a que el lunes la calidad del aire había mejorado, los datos muestran que el nivel de exposición a partículas microscópicas que pueden causar problemas de salud es ocho veces más elevado que el recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Poca visibilidad

La nube es tan densa que es difícil ver incluso los grandes edificios característicos de la ciudad. Las autoridades han llegado impedir el paso a vehículos en determinadas zonas ante el peligro de accidente. A las 11 de la mañana, hora local, se habían cancelado 227 vuelos, según la agencia AFP. El tráfico ferroviario también se vio afectado, aunque en menor medida.

Otra de las más afectadas es Tianjin, a unas 85 millas (140 km) de la capital, donde en la mañana del lunes se vieron obligados a cancelar cerca de 180 vuelos y otros 60 fueron retrasados, según informó AFP.

El tráfico por la ciudad también se vio complicado, no solo por la falta de visibilidad sino porque numerosas autopistas fueron cerradas. Los centros sanitarios vieron además un aumento en el número de pacientes que se presentaron con asma.

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En Shijiazhuang, capital de la provincia de Hebei, los aviones no pudieron ni despegar, ni aterrizar el aeropuerto internacional de la ciudad. En esta zona, los niveles de contaminación superan 34 veces la cifra de la OMS.

Las autoridades emiten una alerta roja cuando se estima que una fuerte nube de contaminación dure 72 horas o más. La primera vez que Pekín la decretó fue en diciembre del pasado año.

Una de las principales razones por la que las ciudades chinas viven episodios de fuerte contaminación es el uso de carbón para la producción de la calefacción y la luz.

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