Siete condiciones que pueden indicar que ya es hora de dejar de manejar
Estas condiciones físicas, usualmente asociadas con la edad avanzada, pueden tener un efecto tan peligroso como el de conducir bajo los efectos del alcohol y pueden determinar que ya sea hora de entregar las llaves del vehículo. Conócelos y aprende a reconocerlos.
Varias condiciones físicas, común más no exclusivamente asociadas con la tercera edad, hacen que la conducción de un vehículo sea tan peligrosa como conducir bajo la influencia del alcohol y otras drogas. Estas condiciones pueden restringir el movimiento, limitar la visión y afectar el pensamiento de los conductores. Según la Administración Nacional de Seguridad Vial (
NTHSA por sus siglas en inglés) las siguientes son las condiciones que hay que vigilar muy de cerca. Quienes crean sufrir de una o más de estas condiciones, o conocen a alguien cuyas habilidades detrás del volante están impedidas por alguna de ellas, deberán evaluar la progresión de la misma, el grado en que dificulta el manejo, así como las opciones que tienen para mejorar, o si llegó la hora de entregar las llaves del vehículo.
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Demencia y enfermedad de Alzhéimer.
Aunque es cierto que las víctimas de enfermedades progresivas que afectan los procesos cognitivos pueden manejar normalmente en los estados tempranos de sus enfermedades, es muy importante darse cuenta cuando es el momento de dejar de manejar. La enfermedad de Alzhéimer y otras formas de demencia eventualmente harán que el manejo de vehículos de motor sea peligroso.
Según la NHTSA, alguien que no tiene noción de donde se encuentra puede convertirse en un riesgo para otros conductores al causar situaciones peligrosas. Por ejemplo, conductores confundidos pueden imitar lo que otros vehículos en la vía hacen lo cual puede no necesariamente ser legal o seguro para ellos. Con la progresión de la enfermedad sus víctimas olvidan las reglas de tránsito más básicas haciendo imposible que se sienten detrás del volante.
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Enfermedad de Parkinson.
La enfermedad de Parkinson cambia todo el patrón de movimiento corporal, creando movimientos y temblores involuntarios permanentes. Esta circunstancia afecta en tiempo de reacción de sus víctimas. Esta enfermedad también causa pérdida de memoria inmediata y problemas con el pensamiento lo que hace difícil seguir las normas de tránsito a quienes la padecen. Para hacer las cosas más difíciles las medicinas utilizadas para tratar la enfermedad de Parkinson causan sueño, visión borrosa, pérdida de la memoria y confusión.
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Accidente cerebrovascular.
Los accidentes cerebrovasculares (ACV) causan problemas que pueden ser de naturaleza temporal o permanente. La gran mayoría de ellos hacen que el manejo de vehículos de motor sea peligroso, especialmente en situaciones en las que se requieran reacciones rápidas y asertivas, ya que una las secuelas de los ACV son reacciones lentas y dificultad de movimiento. Los ACV pueden también afectar la visión de sus víctimas, así como su pensamiento y generalmente acarrean severas consecuencias de movilidad.
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Apnea.
Uno de los efectos del desorden del sueño conocido como apena, que causa la suspensión temporal de la respiración durante el sueño, es que las personas que lo sufren tienen mucha dificultad en sentirse descansados y alerta, con las obvias consecuencias que esta condición tiene sobre una conducción segura. Un
conductor cansado puede quedarse dormido detrás del volante causando accidentes. Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades del gobierno de Estados Unidos (
CDC por sus siglas en inglés) los conductores cansados causan cerca de 6,000 accidentes mortales cada año.
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Diabetes.
La diabetes es una enfermedad con la que controlada permite a sus víctimas vivir vidas normales y productivas. La mayoría de los conductores diabéticos
son conductores seguros. Sin embargo, esta condición puede crear complicaciones que pueden llegar a dificultar la conducción de vehículos de motor. Una diabetes descuidada resultará en cambios inicialmente sutiles pero importantes que harán que el manejo sea peligroso, como el sueño y la confusión que pueden causar subidas y caídas súbitas en el nivel de azúcar en la sangre, o daños en la vista y la falta de sensación en pies y manos los que puede dificultar el control de los pedales y el volante.
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Desórdenes de la vista.
Cualquier desorden en la vista hace que el manejo sea inherentemente peligroso si no se toman las medidas correctivas para remediarlo como por ejemplo el uso de anteojos con lentes correctivos. Es por esto que para obtener una licencia de manejo los conductores tienen que someterse a una prueba de visión y en caso de necesitar anteojos correctivos recibirán la anotación correspondiente en la licencia de conducir. Sin embargo, existen desórdenes oftalmológicos específicos para la tercera edad que se hacen más comunes a medida en que envejecemos. Las tres condiciones de la vista más comunes para las personas de la tercera edad son las cataratas que hacen que la visión sea apagada y borrosa, el glaucoma que afecta la visión periférica, y la degeneración macular que impide ver con claridad lo que ocurre en el centro del campo visual.
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Artritis severa.
Esta condición causa dificultad de movimiento, inflamación y dolor y es muy común en las personas mayores. La artritis puede dificultar pasos tan simples como entrar y salir del automóvil o abrocharse el cinturón de seguridad, pero hace mucho más difíciles aún funciones vitales para la conducción segura como el uso del volante y los pedales o el movimiento del cuerpo para alcanzar a ver vehículos en los puntos ciegos del vehículo.