Investigadores australianos revelaron el hallazgo de un cráneo de dos millones de años de antigüedad en una cantera de Sudáfrica, en un descubrimiento que ayudaría a entender más la evolución del ser humano.
Hallan un cráneo de una especie 'prima' del ser humano de 2 millones de años de antigüedad
Un equipo de investigadores internacionales halló en Drimolen, al norte de Johannesburgo, Sudáfrica, un fósil que ayudaría a entender lo que se sabe de la evolución del ser humano.

El ejemplar de Paranthropus robustus fue localizado en Drimolen, al norte de Johannesburgo, y fue identificado como el fósil DNH 155 o el ‘Fósil del Día del Padre’, al haber sido hallado el 20 de junio de 2018, precisó este martes un comunicado de prensa de los paleontólogos de La Trobe University, ubicada en la ciudad de Victoria.
A solo unos metros donde se realizó este hallazgo, en 2015 se había encontrado el cráneo de un niño de Homo erectus.
El Paranthropus robustus, dice la investigación, es una especie 'prima’ del Homo erectus, un ancestro directo del ser humano moderno, con quien habrían vivido al mismo tiempo por un tiempo.
Los investigadores argumentan que la importancia del espécimen hallado radica en que es la primera evidencia de alta resolución de microevolución dentro de una especie de homínido temprano. Su estudio, sostienen, ayudaría a entender la paleobiología de nuestra especie, es decir, la evolución del ser humano.
“Como todas las demás criaturas de la Tierra, para mantenerse vivos, nuestros antepasados se adaptaron y evolucionaron de acuerdo con el paisaje y el medio ambiente que los rodeaba”, aseguró Andy Herries, director del proyecto de investigación Drimolen. “Por primera vez en Sudáfrica tenemos la evidencia morfológica que nos permite ver tales cambios en un antiguo linaje de homínidos a través de una breve ventana de tiempo”, agregó.
El Paranthropus robustus tenía dientes grandes y cerebros pequeños, a diferencia del Homo erectus que tenía cerebros grandes y dientes pequeños. Se cree que la dieta del primero consistía principalmente plantas duras, como tubérculos y corteza.
Otro de los descubrimientos que resalta la investigación que será publicada en la revista científica Nature Ecology & Evolution es que el Paranthropus robustus evolucionó de forma persistente sus adaptaciones de masticación, posiblemente durante cientos de miles de años, en respuesta al cambio ambiental.
“Creemos que la paleoantropología debe ser un poco más crítica al interpretar la variación en la anatomía como evidencia de la presencia de múltiples especies. Dependiendo de las edades de las muestras fósiles, las diferencias en la anatomía ósea pueden representar cambios dentro de los linajes en lugar de evidencia de múltiples especies”, sostuvo David Strait de la Washington University en St. Louis, quien participó en la investigación de campo.
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