Los chimpancés en su hábitat natural consumen diariamente el equivalente a una cerveza o una copa de vino al día, según una investigación de la Universidad de California en Berkeley.
¿La prueba del 'mono borracho'?: cómo los chimpancés salvajes consumen el equivalente a una cerveza por día
Los investigadores estudiaron a chimpancés en Uganda y en Costa de Marfil y, basándose en su ingesta habitual de frutas, determinaron que diariamente consumen 14 gramos de etanol, el principal tipo de alcohol que se encuentra en las bebidas alcohólicas.

No es que se preparen una margarita o un mojito cada tarde: el alcohol proviene del consumo de frutas fermentadas.
De acuerdo con el estudio publicado este miércoles en la revista Science, los chimpancés ingieren en promedio 4.5 kilos de fruta al día, lo que representa aproximadamente tres cuartas partes de su dieta.
Los científicos observaron a comunidades de chimpancés en Uganda y en Costa de Marfil, y con base en su ingesta habitual de frutas calcularon que consumen alrededor de 14 gramos de etanol al día, el principal tipo de alcohol presente en las bebidas alcohólicas.
“Los chimpancés machos y hembras consumen unos 14 gramos de etanol puro al día en su dieta, lo que equivale a una bebida estándar en Estados Unidos”, explicó Aleksey Maro, líder del estudio en un comunicado de la universidad.
“Pero cuando se ajusta por masa corporal, ya que los chimpancés pesan unos 40 kilos frente a un humano promedio de 70 kilos, la cantidad corresponde a casi dos bebidas”, añadió.
Aún no está claro si los chimpancés buscan activamente frutas con altos niveles de etanol. Lo que sí se sabe es que tienden a comer frutas más maduras, que concentran más azúcares y, por lo tanto, fermentan con mayor facilidad.
La disponibilidad de etanol en muchas de las especies de frutas que forman parte habitual de su dieta sugiere que el alcohol ha estado presente de manera constante en su alimentación y “probablemente también en la de nuestros antepasados humanos”, dice la universidad.
Una hipótesis que ha rondado la ciencia por años es la del llamado "mono borracho", que trata de explicar la atracción humana por el alcohol como una herencia evolutiva de nuestros ancestros primates.
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