El arzobispo de Chicago, Blase Cupich, dijo el lunes que los intentos republicanos de bloquear la acción ejecutiva del presidente Barack Obama no son serios y reclamó la reforma migratoria como solución integral permanente.
Arzobispo de Chicago descalifica la posición republicana sobre la acción ejecutiva
Blase Cupich dijo que intentos republicanos de bloquear el beneficio no son serios y reclamó la reforma.

En su opinión, tratar de bloquear la orden presidencial, y de deportar a casi cuatro millones de personas, que en su mayoría son "soñadores" y padres de ciudadanos americanos, "no es una propuesta seria, o una forma adulta de lidiar con el problema" de los indocumentados, expresó durante una reunión empresarial.
El arzobispo, que asumió en noviembre y habló por primera vez en público sobre la reforma migratoria, apeló al "liderazgo moral" del Congreso, dominado por los republicanos, para aprobar una solución permanente.
"Si el Congreso no está de acuerdo con las acciones del presidente, entonces puede anularlas con una reforma migratoria integral", afirmó.
Cupich dijo que los obispos católicos de Estados Unidos renovaron su apoyo a la Acción Diferida (DACA), que entró en vigor en 2012 y ha evitado hasta ahora la deportación de más de medio millón de jóvenes indocumentados, y el programa que da permisos de trabajo a padres de hijos ciudadanos o con estatus permanente (DAPA).
El arzobispo comenzó su discurso en español ante decenas de integrantes de la Coalición de Empresarios de Illinois para la Reforma Migratoria, y agradeció la invitación para discutir "un tema tan importante que afecta a millones de personas en el país".
Luego cambió al inglés, porque dijo que no se trataba solamente de "un problema de hispanos", sino de muchos europeos del este, polacos y asiáticos.
El arzobispo afirmó que las deportaciones "debilitan el tejido social de la nación" y hacen que los jóvenes pierdan confianza en el proceso político.
Destacó que existe, además, "un problema moral", porque el país se beneficia con el trabajo, impuestos y poder de compra de los indocumentados, "pero al mismo tiempo no les ofrecemos la protección de la ley".
"No podemos explotar a esta gente sin honrar sus derechos", afirmó en su discurso, que fue aplaudido de pie por los presentes.
El nuevo gobernador de Illinois, el republicano Bruce Rauner, abogó, por su parte, por una solución bipartidista del Congreso que permita aprobar la reforma migratoria.
Rauner destacó que su familia vino de Alemania y Suecia, y que los padres de la vicegobernadora Evelyn Sanguinetti emigraron de Ecuador y Cuba.
"Todos vinimos de otra parte en busca del sueño americano, y pocos hablábamos inglés al llegar", señaló.
Sin embargo, sus primeras medidas de gobierno, como el nuevo presupuesto estatal, han planteado recortes de hasta $5,000 millones de dólares que golpearán duro a la comunidad inmigrante de Illinois con el fin de programas educativos y servicios médicos.
La Coalición de Empresarios de Illinois para la Reforma Migratoria, que en su mayoría es integrada por ejecutivos afiliados al Partido Republicano, sostiene que una reforma migratoria permitiría crear unos 106,000 puestos de trabajo y aumentar la producción económica del estado en $1,800 millones de dólares.
A nivel nacional, el crecimiento económico del país sería del 4,8% en los próximos 20 años, según los mismos pronósticos.
También participaron en el foro el senador republicano Mark Kirk y los congresistas conservadores por Illinois Aarón Schock, Adam Kinzinger y Bob Dold, quienes también pidieron al Congreso una reforma migratoria.
"Creo que podemos tener las dos cosas, seguridad en la frontera y una reforma migratoria", afirmó Kirk.
Algunos empresarios también hicieron un llamado a los miembros del Congreso a trabajar en favor de una reforma migratoria, que Ezequiel Flores, responsable de la compañía Flying Retail, calificó de "acción moral" necesaria.