En un municipio de indígenas artesanos en Guerrero, uno de los estados más pobres y violentos de México, las autoridades comunitarias decidieron incorporar a niños entre 8 y 14 años a las fuerzas de autodefensa. Aunque la ONU rechaza el reclutamiento de niños y adolescentes por grupos armados, en Chilapa, padres y autoridades consideran que esto ayudará en su aprendizaje y les permitirá ayudar a proteger salvar a sus familias.