Cuando el coronavirus cerró las escuelas de Guatemala a mediados de marzo, el maestro Gerardo Ixcoy invirtió sus ahorros en un triciclo de segunda mano para adultos, para convertirlo en una aula móvil con láminas de plástico para evitar más contagios. Con una pizarra y un reproductor de audio, pedalea todos los días para dar lecciones individuales a sus estudiantes de sexto grado.