Los resultados en las urnas mostraron una dividida pelea votoa voto entre el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva y el ultraderechista Jair Bolsonaro. En la imagen, partidarios del expresidente Lula se reunieron alrededor de un vehículo que traslada al exmandatario en un mitin en Sao Paulo, Brasil. Crédito: Matias Delacroix/AP
El expresidente Luis Inacio Lula da Silva emitió su voto este domingo en Sao Paulo, durante la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil. De acuerdo con las autoridades electorales,
será el nuevo presidente brasileño. Crédito: Andre Penner/AP
Los trabajadores electorales llevan máquinas de votación electrónica y materiales electorales, que serán llevados en barco a los colegios electorales, un día antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del país, en Autazes, estado de Amazonas, Brasil. Crédito: Edmar Barros/AP
El líder del Partido de los Trabajadores (PT), que ya gobernó entre 2003 y 2010, volverá a ocupar la presidencia de un Brasil extremadamente dividido a partir del 1 de enero de 2023 y por los 4 años siguientes. En la imagen, una votante acude a las urnas con la bandera de Brasil. Crédito: Eraldo Peres/AP
Lula obtuvo 59.7 millones de sufragios, mientras que Bolsonaro, líder de la extrema derecha brasileña y capitán retirado del Ejército, se quedó con 57.7 millones, con el 99.10 % del censo escrutado, según los datos del Tribunal Superior Electoral (TSE). En la imagen, Lula saluda a simpatizantes este domingo. Crédito: Andre Penner/AP
La votación
estuvo más apretada de lo que esperaban los sondeos previos a los comicios, reflejo de la alta polarización que vive Brasil y que incluso ha derivado en episodios de violencia política durante la campaña. Crédito: Matias Delacroix/AP
Jair Bolsonaro saluda desde un automóvil en la imagen. La administración de Bolsonaro se ha caracterizado por un discurso incendiario, su puesta a prueba de las instituciones democráticas, su manejo ampliamente criticado de la pandemia de COVID-19 y la peor deforestación en la selva amazónica en 15 años. Crédito: Silvia Izquierdo/AP