El presidente Donald Trump firmó este jueves una orden ejecutiva para reclasificar la marihuana como una droga menos peligrosa, lo que abre nuevas vías para la investigación médica.
Qué implica que Trump reclasifique la marihuana como una droga "menos peligrosa"
La reclasificación no significa legalización ni despenalización, pero la flexibilización de las restricciones federales podría tener efectos en cadena, como la reducción de las barreras para llevar a cabo investigaciones.
“La política de mi gobierno es aumentar la investigación sobre la marihuana medicinal y el CBD para informar mejor a los pacientes y a los médicos. Es fundamental cerrar la brecha entre el uso actual de la marihuana medicinal y el CBD y el conocimiento médico sobre sus riesgos y beneficios, incluyendo para poblaciones y afecciones específicas”, dice la orden ejecutiva.
A nivel federal, la marihuana está actualmente clasificada como una sustancia de la Lista I, al mismo nivel que drogas como la heroína y el LSD. El gobierno considera que estas drogas tienen un alto potencial de abuso y no tienen un uso aceptado para el tratamiento médico.
Sin embargo, decenas de estados en el país ya cuentan con programas legales de marihuana medicinal, y muchos también han aprobado su uso recreativo.
La reclasificación no significa legalización ni despenalización, sino la flexibilización de las restricciones federales que podrían tener efectos en cadena, como la reducción de las barreras para llevar a cabo investigaciones.
También podría tener importantes implicaciones fiscales para las empresas que cultivan y venden cannabis de forma legal.
Otros intentos de gobiernos anteriores de reclasificar la marihuana
El presidente republicano dijo que había recibido una avalancha de llamadas telefónicas en apoyo a la medida y a su potencial para ayudar a los pacientes.
“Tenemos personas suplicándome que haga esto. Personas que están sufriendo un gran dolor”, afirmó a los reporteros.
De manera similar el Departamento de Justicia, bajo el gobierno de Joe Biden, propuso reclasificar la marihuana como una sustancia de la Lista III.
A diferencia de Biden, Trump no contó con un apoyo abierto y generalizado dentro de su partido para la medida. Algunos republicanos se han pronunciado en contra de cualquier cambio y han instado a Trump a mantener los estándares actuales.
Un cambio de este tipo suele requerir un proceso arduo, que incluye un periodo de comentarios públicos que ha generado decenas de miles de reacciones en todo Estados Unidos.
Los opositores al cambio de la reclasificación de la marihuana
Más de 20 senadores republicanos, varios de ellos firmes aliados de Trump, firmaron este año una carta instando al presidente a mantener la marihuana como una droga de la Lista I.
Encabezado por el senador de Carolina del Norte Ted Budd, el grupo argumentó que la marihuana sigue siendo peligrosa y que un cambio “socavaría sus firmes esfuerzos para Hacer a Estados Unidos Grande de Nuevo”.
También sostuvieron que la marihuana afecta negativamente la salud física y mental de los usuarios, así como la seguridad vial y en los lugares de trabajo.
“Los únicos ganadores de una reclasificación serán actores malintencionados como la China comunista, mientras que los estadounidenses quedarán pagando la cuenta”, señaló la carta, en referencia al papel de China en el mercado del cannabis.
En cuanto a la despenalización de la marihuana, Trump no se ha comprometido previamente con una medida de ese tipo, aunque había considerado su reclasificación durante gran parte de su segundo mandato. En una ocasión, como candidato, dijo que debería seguir siendo un asunto que decidan los estados.
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