Sobrevivir a las fiestas de fin de año: cómo mantener la paciencia

La temporada más feliz del año también la más estresante... la Navidad también pone a prueba los modales. Recuerda: un poco de amabilidad puede marcar la diferencia.

La temporada navideña puede ser estresante
La temporada navideña puede ser estresante
Imagen Free Pik

WASHINGTON, DC.- Entre invitaciones, centros comerciales llenos, visitas familiares y viajes de fin de año, la temporada navideña está llena de momentos lindos, pero sin duda alguna también de muchas oportunidades para perder la paciencia.

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Puede que las fiestas saquen lo mejor de nosotros, pero también pueden poner a prueba nuestros modales, sobre todo en días cargados de estrés, en los que estamos dejando los pendientes laborales finales o yendo al centro comercial (llenísimo) por regalos de último momento.

Porque siendo sinceros, todos hemos suspirado y nos hemos preguntado: ¿Cómo #%"$! voy a sobrevivir a las fiestas de Fin de Año?

Según expertos en etiqueta, tener buenos modales en Navidad va más de pequeños gestos, saber decir gracias a tiempo y, sobre todo, no perder la calma en la fila del TSA o en la caja del súper.

“Los modales siguen importando en las fiestas”, dice Pamela Eyring, presidenta de The Protocol School of Washington. “La Navidad trae regalos, mucha comida, celebraciones, pero desafortunadamente no puede faltar el estrés.
Por eso, explica, en esta época hay que ser un poco más considerados con todos, especialmente cuando somos invitados en casa ajena.

Por ejemplo, algo tan simple como cómo te vistes también comunica. “Usar colores festivos, un poco de brillo o hasta unos calcetines navideños divertidos es una forma de decirle al anfitrión que su esfuerzo valió la pena”, recomienda Eyring.

Además, llegar con un detallito suma a la celebración, como flores, una vela con aroma navideño, vino o algo hecho en casa.

Eso sí, hay cosas que solemos olvidar pero que pueden hacer una gran diferencia como una conversación ligera (no es temporada de política, sobre todo si no quieres arruinar los buenos ánimos hablando de todo lo que está mal ), disfrutar con moderación y no pasarse con el alcohol.

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“Nada cambia el ambiente más rápido que alguien que se excede. No quieres ser esa persona de la que todos hablan después de la fiesta”, señala.

Por otro lado, la estratega en celebraciones Pam Jameson, fundadora de The Confetti Playbook Method, agrega otro punto clave que solemos olvidar y es el timing.

Imagínate que eres tú el o la anfitriona, y has estado preparándote todo el día para recibir a los invitados, cocinando, decorando, terminando pendientes o corriendo a la tienda si se te olvidó algo.

Si lo piensas, llegar demasiado temprano no siempre es buena idea. “El anfitrión puede estar corriendo con los últimos detalles y no listo para recibir gente”, explica. Y si quieres ayudar, mejor pregunta antes de actuar, ya que tu buena intención podría complicar las cosas.

Las compras navideñas pueden ser estresantes, pero la amabilidad sigue haciendo la diferencia
Las compras navideñas pueden ser estresantes, pero la amabilidad sigue haciendo la diferencia
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Pero los buenos modales no se quedan en las fiestas, también cuentan, y de hecho mucho más de lo que crees en estos días tan apresurados, en filas, tráfico y tiendas llenas.

“Comprar y hacer mandados puede sacar lo peor de cualquiera, pero la cortesía sigue siendo el mejor accesorio”, dice Eyring. Mantener un tono tranquilo, sonreír cuando se pueda y no olvidar palabras mágicas como por favor, gracias y hasta perdón ayuda más de lo que creemos.

Además, nunca sabes por lo que está pasando la persona de al lado: desconocemos si está atravesando un momento difícil, si perdió su trabajo y hace lo que puede para tener algunos regalos bajo el árbol o si simplemente está lidiando con una pérdida, estrés o una carga emocional que no se ve a simple vista.

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Un gesto amable, una sonrisa o un poco de paciencia pueden significar más de lo que imaginamos, especialmente en estas fechas. “Para muchos, las fiestas no son tan alegres como parecen, y un poco de amabilidad puede marcar la diferencia”, recuerda.

La gratitud también es importante, pues las fiestas son un buen momento para reconocer a quienes nos ayudan todo el año: repartidores, estilistas, personal de limpieza, paseadores de perros o entrenadores personales.

Y si no hay presupuesto para propinas extra, un detalle hecho en casa o una tarjeta escrita a mano también cuenta. “Al final, lo que importa es el agradecimiento”, dice Eyring.

Por otro lado, si viajas en estas fechas, empaca toda tu paciencia, es posible que te encuentres demasiadas filas y más personas como tú que solo quieren llegar a su destino con la familia.

En aeropuertos, llega preparado al control de seguridad, respeta las filas, no te adelantes al abordar y, si puedes, ayuda a viajeros mayores o menos experimentados.

Por eso, Eyring nos deja un consejo muy valioso, “la verdadera elegancia navideña no es solo llegar a tiempo, sino llegar sano y salvo… sin perder los buenos modales en el camino”.

Esta nota se realizó en colaboración con TMX.

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