TAMPA, Florida.- El temor a operativos migratorios ha provocado que inmigrantes indocumentados en Florida dejen de acudir a sus empleos. La incertidumbre generada por las redadas ha impactado gravemente sectores como la construcción, la limpieza, la agricultura y los negocios de comida, donde la mano de obra indocumentada es predominante.
"La gente no sale ni siquiera a comprar”: Inmigrantes sin estatus legal dejan de ir a trabajar por miedo al ICE
El miedo a redadas del ICE ha reducido la presencia de inmigrantes en sectores clave como construcción, limpieza y agricultura en Florida. Los empleadores enfrentan escasez de mano de obra, mientras trabajadores indocumentados evitan salir incluso para compras básicas por temor a ser detenidos.

Rosa, una inmigrante indocumentada que trabaja limpiando casas en la bahía de Tampa, ha sido testigo de la crisis laboral en su comunidad. " Mucha gente no está trabajando ahora, todo está bajo. Construcción, limpieza de casas, los negocios de comida, todo ha bajado demasiado", afirmó. Su testimonio refleja el pánico creciente entre los trabajadores inmigrantes, quienes prefieren evitar la exposición por miedo a ser detenidos.
El Florida Policy Institute informó que más de 390 mil trabajadores no autorizados laboran en seis industrias clave en Florida, incluyendo la construcción, los servicios profesionales y la agricultura. Sin embargo, las recientes medidas de control migratorio han generado un clima de desconfianza y precaución extrema.
"Nos han pedido que tengamos precaución, que no hagamos mucho ruido para que la gente nos tome como normales, como si simplemente viviéramos ahí", comentó Rosa sobre las medidas de seguridad adoptadas por los trabajadores del sector de la limpieza.
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El miedo paraliza actividades económicas
El impacto del miedo se refleja también en la vida cotidiana. La gente no sale ni siquiera a comprar, tienen miedo de que migración esté esperándolos afuera, según residentes.
Los empleadores también enfrentan desafíos para encontrar trabajadores. En restaurantes, granjas y sitios de construcción, la ausencia de empleados ha generado preocupación sobre la estabilidad del negocio y la continuidad de las operaciones.
Organizaciones defensoras de los inmigrantes han intensificado sus esfuerzos para brindar asesoría legal y apoyo a las comunidades afectadas. En varias ciudades, se han implementado talleres de derechos laborales y campañas informativas sobre qué hacer en caso de una redada.
Mientras el gobierno justifica estos operativos con el argumento de la seguridad nacional, activistas y defensores de los derechos humanos alertan sobre el daño colateral que estas acciones están causando en comunidades trabajadoras y en la economía local.
A medida que el debate sobre la política migratoria se intensifica, miles de familias continúan enfrentando el dilema de salir a trabajar o quedarse resguardadas en sus hogares, con la incertidumbre de lo que pueda ocurrir en los próximos días.










