TAMPA, Florida.- En el condado Pasco, los altos costos de los alimentos siguen golpeando con fuerza a las familias hispanas, quienes cada vez con mayor frecuencia recurren a distribuciones de comida gratuita organizadas por iglesias y grupos comunitarios.
Altos precios de alimentos en Pasco obligan a hispanos a buscar comida gratuita
Las familias hispanas en Pasco dependen cada vez más de las distribuciones gratuitas de comida por la inflación. Iglesias locales ofrecen comidas calientes y entregas semanales.

“ Hay poco dinero y muchas necesidades”, describe Rosa María Rivera, voluntaria en una iglesia local que este miércoles atendió a cientos de personas en una jornada de entrega de alimentos. Ella asegura que la situación se ha agravado por los recortes a diversos programas de apoyo: “Han cortado muchos programas del gobierno y se le hace más difícil a la gente conseguir comida”.
La crisis no solo afecta a personas en situación de calle, sino también a familias que tienen empleo pero no logran cubrir lo esencial. Mercedes Serrano, residente del condado, explica que la ayuda llega en un momento crítico: “Cae muy bien la ayuda porque como estamos viviendo ahora la alimentación está un poco cara y no nos alcanza con lo que ganamos”.
La pastora Jen Kerouac, de la iglesia metodista Shady Hills Mission Chapel, confirma que la necesidad se ha disparado: “Hay familias que viven en sus coches porque el alquiler es muy caro; la lista de espera para la sección 8 es de dos años. Probablemente entre el 35 y el 40 por ciento de las personas a las que atendemos forman parte de la comunidad hispana, aunque también vemos a gente de todo el mundo, de América del Sur, de México, de Cuba”.
Durante la última jornada, la Oficina del Alguacil de Pasco se sumó a la iniciativa, apoyando la entrega de productos y alimentos sin costo. La iglesia Shady Hills anunció que cada viernes servirá comidas calientes y, los miércoles restantes del mes, realizará nuevas distribuciones de víveres.
Para muchos voluntarios, como Raúl González, lo más importante es extender la mano a quienes más lo necesitan: “Si hay alguien que necesite, venga”.
La escena de largas filas de familias esperando alimentos refleja una realidad que no es ajena a otras comunidades de Florida y del país: la inflación, los altos costos de vivienda y los recortes de programas sociales han obligado a miles a depender de la solidaridad comunitaria para poder llevar comida a la mesa.











