TAMPA, Florida.- Previo a la celebración de Acción de Gracias, miembros de la comunidad hispana de Tampa realizaron las compras de último momento. En un recorrido por las zonas de Plant City, Dover y Seffner, varias familias compartieron cómo se preparan para la tradicional cena y cómo la situación económica ha influido en su menú para este año.
Hispanos en Tampa ajustan su cena de Acción de Gracias por costos y falta de trabajo
Familias hispanas en Tampa ajustan su cena de Acción de Gracias debido al aumento de precios y menos horas de trabajo.
Video Hispanos en Tampa realizan compras de Acción de Gracias y ajustan sus cenas según su economía
En Dover, mientras seleccionaban los últimos productos para la mesa festiva, los consumidores comentaron que la temporada los obliga a ser creativos y ajustarse al presupuesto. Para algunos, los platillos tradicionales se mantienen, aunque con variaciones.
“ Tamalitos”, respondió con humor Mayra, una consumidora, al describir parte de su menú. Explicó que, más allá de la tradición estadounidense del pavo, muchas familias integran sabores latinos para hacer la cena más accesible y familiar.
Sin embargo, también reconoció dificultades económicas. “ Pues todo se ha puesto caro, los trabajos han bajado… cocinar para pasar con la familia”, agregó Mayra, subrayando que el aumento de precios y la disminución de horas laborales han obligado a muchos a replantear sus gastos.
Otra residente, Elena Cabrera, compartió brevemente cómo los costos influyen en la manera en que organizan su cena, mientras que otras familias enfrentan decisiones aún más complicadas. Ana, también consumidora, explicó que su participación en la celebración dependerá de si surge trabajo ese día. “ Estamos en espera si hay trabajo. Voy a tener que dar prioridad al trabajo, pero igual una cena, compartir con la familia…”, dijo.
En medio de los desafíos, el movimiento comercial sí se sintió en la zona. Pequeños negocios locales también aprovecharon la fecha para incrementar sus ventas. En una panadería de Seffner, la co-propietaria Sara Gómez señaló un repunte positivo en la actividad. “ Ha estado un poco más movido, se compuso… había temor. Tengo pedidos para las cenas de los pavos y postres”, aseguró.
Y aunque el tamaño del banquete puede variar, la celebración conserva un ingrediente común: la gratitud. Para muchas de estas familias, compartir un momento en la mesa, sin importar lo modesta que sea, sigue siendo el centro de la tradición.
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