OAKLAND, California. – Para un grupo de amigos guatemaltecos que viven en el Área de la Bahía, el fin de semana feriado del 4 de julio representaba la oportunidad de regresar al delta del río San Joaquín, con el que estaban familiarizados.
“Me vieron a los ojos antes de hundirse”: guatemalteco narra cómo sus amigos se ahogaron en un río salvando a un niño
Luego de que los cuerpos de las víctimas fueran recuperados del fondo del río San Joaquín, el cónsul de Guatemala en San Francisco se comprometió con un familiar de ellos a apoyarlos para repatriar sus restos al país centroamericano.
Pero las aguas de los ríos del norte de California pueden ser traicioneras, y tres de los miembros del grupo, Guistillo Rivas, Edwin Pérez y Danilo Gutiérrez, fueron arrastrados por la corriente cuando saltaron al río para rescatar a un niño de 8 años. La búsqueda de sus cuerpos se extendió por tres días, hasta que en la tarde de este martes fueron recuperados.
“Es un lugar que hemos visitado los fines de semana largos. Al que vamos a distraernos, como muchas personas que van al río a pescar y a bañarse”, cuenta Juan José Cabrera, quien también estuvo a punto de ahogarse en el río San Joaquín.
Una celebración que terminó en ahogamiento
La tragedia ocurrió el domingo pasado, alrededor de la 1:30 de la tarde, en una popular zona para nadar llamada 'Brannan Island State Recreation Area', en el delta de los ríos Sacramento y San Joaquín, a unas 40 millas de Sacramento, la capital californiana.
La celebración del 4 de julio comenzó de manera tradicional para los amigos guatemaltecos, que desde hace más de 10 años residían en Oakland, California.
Comían pescado fresco y los niños disfrutaban de pollo. Todos trabajaban en la construcción, y para ellos, este tipo de viaje era necesario para liberarse de la pesada carga laboral de ganar apenas el suficiente dinero para sobrevivir.
“Mi primo llevó a sus dos nietecitos y otros dos amigos a pescar. Los niños estaban jugando a la orilla de la playa, normal, y de repente uno empezó a manotear, como que se estaba ahogando. Uno de mis amigos se metió a ayudarlo…”. En este momento, a Juan José se le descompone la voz, y explica lo difícil que es para él recordar el instante exacto en que sus amigos y su primo perdieron la vida.
La corriente y la desesperación complican el rescate del menor
“Lo que más me duele es la mirada, yo los vi la última vez que se hundieron (…) Uno se siente incapaz de no poder hacer nada. Verles a los ojos cuando se están hundiendo. A los tres, eso es lo que tengo grabado en mi mente”, narra en entrevista con Noticias Univision 14.
El sobreviviente al ahogamiento explica que la zona del río en la que estaban es bastante plana y el agua suele llegarles a las rodillas, pero hay una bajada que no conocían y el menor se acercó demasiado a ella.
Los adultos estaban pescando y no lo pensaron dos veces antes de saltar al agua para sacarlo. Pero la corriente y la desesperación del menor complicaron la situación. Entre todos se fueron pasando al niño, pero a ellos los jaló la corriente y poco a poco fueron desapareciendo en el agua.
“Todo pasó bien rápido y mis otros dos amigos se iban metiendo al agua y los jaló la corriente. Al tercero, el abuelito, que le dio el niño al otro, también lo empezó a jalar la corriente, y cuando le quité el niño al otro, empecé a nadar con una mano, pero el niño me pegaba y me jalaba del pelo, desesperado. Y yo también sentí que me estaba ahogando, ya no podía nadar con una mano yo”, señala Cabrera.
Durante la conversación con Noticias Univision 14, Juan José le da gracias a Dios porque el niño se salvó y no necesitó ser hospitalizado, pero dice que el recuerdo de ver a sus amigos ahogarse el río lo atormenta.
En el caso de su primo, han estado juntos toda la vida, primero en Guatemala y luego en el Área de la Bahía. En el país centroamericano su esposa, hermanas y su padre recibieron con pesar la noticia.
Ayuda del Consulado de Guatemala para las víctimas
Como la mayoría de los migrantes, los amigos guatemaltecos llegaron a Estados Unidos en busca del sueño americano. Además de trabajar en la construcción, hacían labores de limpieza cuando era necesario.
Juan José Cabrera los consideraba a todos como sus hermanos, es por eso que para él navegar por todo el proceso que le sigue a la tragedia es sumamente complicado, incluyendo la recuperación de los cuerpos y la posible repatriación de estos a Guatemala. Pidió el apoyo de Noticias Univision 14 para ponerse en contacto con el consulado de su país.
Ahora que los cuerpos fueron localizados, lo que sigue es “identificar una funeraria que se encargará del manejo o papeleo para que los cuerpos sean repatriados a Guatemala”, explicó Luis Carranza, cónsul de Guatemala en San Francisco, en entrevista.
Ese proceso de repatriación puede tardar entre cuatro y ocho semanas, indicó el diplomático, quien además en una conversación con Cabrera se comprometió a apoyarlos. El cónsul dijo que en algunas ocasiones el gobierno de su país les puede ayudar en los gastos funerarios y para regresar los cuerpos a su natal Guatemala.














