La edición número 31 del concurso anual "El perro más feo del mundo" se llevó a cabo este fin de semana en los terrenos de la feria de Sonoma, una región de viñedos visitada cada año por miles de personas. Pero en esta ocasión, no fueron las catas de vino lo que atrajo a los turistas, si no el espeluznante aspecto de estos caninos.