SAN FRANCISCO, California. – Una familia hondureña que salió de su país escapando de la violencia de las pandillas celebra que finalmente, tras dos años de pasar de albergue en albergue, cuentan con una vivienda estable gracias a la ayuda de organizaciones locales.
“Nos vinimos huyendo de la violencia”: Familia hondureña recibe una oportunidad para transformar su vida
Dayana López escapó de Honduras junto a su familia cuando a su esposo lo agarraron a machetazos. Poco antes había perdido a una bebé a causa de la leucemia que no le pudieron detectar a tiempo "por ser pobres", asegura. Luego de pasar dos años de albergue en albergue en San Francisco, finalmente cuentan con un apartamento gracias al apoyo de la organización Caridades Católicas.

“Sí es muy cómodo. Aquí dormimos. Mi niña de 8 años duerme allá”, dice Dayana López mostrando el apartamento conformado por una recámara, baño, cocina y estancia en el que vive con su esposo y su hija en San Francisco, donde el alquiler mensual promedio rebasa los $3,000 dólares.
La historia de Dayana y su familia es de esperanza, pero también de resiliencia, pues el apoyo que les brindó la organización Caridades Católicas no les llegó de la noche a la mañana, sino que se logró a través de un proceso que se puede prolongar por varios meses.
“Eso depende de la prioridad de la familia y la ayuda disponible al momento. Se puede ayudar a la familia a conseguir un lugar, así como este que es más estable y es para quedarse más tiempo. Pero hay un proceso de aplicar y todo depende de la situación de emergencia que tenga”, explica en entrevista Carolina Pérez, vocera de la organización.
Huyendo de la violencia y la pobreza en Honduras
Dayana y su familia salieron de su país tras ser víctimas de la violencia relacionada con las pandillas. En busca de un mejor futuro, como muchas familias inmigrantes llegaron a San Francisco. Sin embargo, los primeros meses tuvieron que dormir en albergues.
“Nos vinimos de nuestro país pues huyendo de la delincuencia. A mi esposo lo agarraron a machetazos de repente. Le hicieron muchas heridas y le quitaron un pedazo de oreja y estuvo a punto de morirse”, cuenta la mujer.
El viaje fue más difícil de lo que esperaban, pues Dayana estaba embarazada cuando salieron de Honduras. Al llegar a San Francisco, fueron al menos seis meses los que tuvieron que vivir pasando de refugio en refugio con una bebé y otra niña de apenas 6 años.
“Ella y su familia andaban en diferentes lugares que no eran estables. Entonces esta familia fue muy fuerte pues acababan de perder a su hija”, explica Carolina Pérez.
Y es que, a Dayana y su familia no solo los acechaba la violencia en su país, sino también la pobreza y el duelo. La situación precaria en la que vivían Honduras fue una de las razones por las que no pudieron salvar a una hija de la pareja que falleció en ese país.
“Si uno no tiene dinero, si eres de bajo recursos, los niños se mueren, porque no detectaron (la enfermedad a tiempo). Mi niña estaba bien y de repente me dijeron que tenía leucemia y se me murió. Por ser pobre la verdad”, cuenta con angustia en el rostro.
Un nuevo comienzo en San Francisco
La organización Caridades Católicas ofrece diferentes recursos para personas y familias que requieran asistencia relacionada con vivienda, alimentación y recursos de inmigración, entre otros, sin importar el estatus migratorio de quienes los necesiten.
Sus oficinas en San Francisco actualmente tienen una capacidad mensual para atender a 10 familias que se encuentren viviendo en las calles, y disponen de diferentes albergues con aproximadamente 35 camas.
Sin embargo, para obtener espacios como la vivienda donde actualmente se encuentran Dayana y su familia se tienen que inscribir en una lista de espera y los procesos para acomodarlos pueden llegar a tomar varios meses.
Esta familia por ahora ya tiene un nuevo hogar estable y con la ayuda de Caridades Católicas solo pagarán el 40% del alquiler mensual, luego de que su esposo consiguiera trabajo.
“Me siento muy alegre, la verdad. De ya tener mi propio lugar. Esto es una bendición grande de Dios”, cuenta la madre de familia.
El centro familiar St. Joseph de Caridades está ubicado en el 899 de Guerrero Street, en San Francisco. El teléfono es (415) 972-1200. Si deseas más información sobre los programas de apoyo que ofrece esta organización, visita la página catholiccharitiessf.org.
Con información de Carla Farías.










