SAN ANTONIO, Texas.- Luego de que el fiscal general de Texas, Ken Paxton, exigió a las autoridades de San Antonio que den marcha atrás a las órdenes “ilegales” establecidas para evitar el contagio de coronavirus, el juez del condado del condado de Bexar, Nelson Wolff , y el alcalde de San Antonio, Ron Nirenberg, refutaron los señalamientos de ilegalidad.
Sigue la controversia entre el condado de Bexar y el fiscal de Texas por el manejo del coronavirus
Los nuevos comentarios del juez del condado de Bexar se dieron en medio de la conferencia de prensa sobre la actualización de los casos de Covid-19 en la región. A su lado se encontraba el alcalde de San Antonio, quien esta vez no habló sobre los señalamientos de "ilegalidad" que hizo Paxton.

No conforme a eso, Wolff volvió a defender la gestión local con nuevos argumentos. Esta vez, el juez dijo que de acuerdo a la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) es necesario que se provean mascarillas dentro de los trabajos para proteger a los empleados de un posible contagio por coronavirus.
Y fue más allá. Dejó clara la posición del condado de Bexar sobre las críticas del fiscal. "El condado y la ciudad tienen su opinión legal y lo hablaremos próximanente", pero no abundó al respecto.
Los nuevos comentarios del juez del condado de Bexar se dieron en medio de la conferencia de prensa sobre la actualización de los casos de Covid-19 en la región. A su lado se encontraba el alcalde de San Antonio, quien esta vez no habló sobre los señalamientos de Paxton.
El pasado martes, Nirenberg dijo que era "frustrante que una carta del fiscal general, que es una carta política de un político, se informe como un hecho".
La controversia entre las opiones del fiscal se da luego de que Paxton envió una carta a las autoridades de San Antonio, Austin y Dallas indicando que estaba en desacuerdo con las medidas que algunos gobiernos locales han tomado para el manejo de coronavirus.
De hecho, llegó a catalogar como "ilegales" las medidas tomadas por estas ciudades.
Texas inició su reapertura económica el pasado 1 de mayo.
Los negocios texanos tienen la opción de abrir sus puertas y obliga a las autoridades locales a retirar todas las restricciones impuestas durante el estado de emergencia en el estado, declarado a mediados de marzo.
El Gobierno de Texas y las autoridades locales han mostrado desacuerdos sobre las restricciones que incluyen medidas de distanciamiento social y el uso de mascarillas en lugares públicos.








