La iniciativa de los republicanos de Texas de hacer un inusual rediseño de sus distritos electorales a mitad de década para apoderarse de unos cinco escaños del Congreso actualmente en manos de los demócratas ha generado una reacción similar en California, donde amenazan con hacer lo mismo para quitarle a los republicanos cinco de los ocho puestos que obtienen en el estado.
Por qué California no puede redibujar sus distritos electorales como hace Texas
Texas y California son políticamente inversos: mientras uno busca mediante 'gerymandering' quitarle a los demócratas cinco escaños en al Cámara de Representantes con un nuevo mapa electoral, el segundo amenaza con hacer lo mismo para quedarse con cinco distritos controlados por los republicanos, aunque en su caso no es tan fácil.

“Es una cuestión de causa y efecto, que se desencadena en función de lo que ocurre o no ocurre en Texas”, dijo el gobernador Gavin Newsom esta semana, asomando la posibilidad de tomar una iniciativa similar en su estado para responder al ‘gerymandering’ tejano.
“Espero que hagan lo correcto, y si lo hacen, no habrá motivo para que sigamos adelante”, dijo Newsom, con relación al debate los nuevos mapas que desea el presidente Donald Trump para reducir la posibilidad de perder la Cámara de Representantes en las elecciones del próximo año.
Hasta ahora el legislativo tejano no ha logrado concretar el proyecto porque decenas de legisladores demócratas salieron del estado para impedir que haya el quorum necesario para las votaciones, una medida con la que buscan impedir que se concrete el plan republicano, pero que ya en el pasado no ha dado resultados porque la agenda termina debatiéndose en las sesiones regulares de la asamblea estatal.
Por eso, muchos consideran que la única manera que tienen los demócratas de contrarrestar la maniobra política de los republicanos en Texas es haciendo lo mismo en un estado quinta esencialmente liberal con un peso mayor que Texas: California.
¿Puede California hacer eso que hace Texas?
California y Texas son políticamente inversos: mientras uno es considerado el crisol liberal, el otro es la punta de lanza de los conservadores. De los 53 distritos del Congreso de California, los republicanos solo controlan nueve. De las 38 circunscripciones de Texas, solo 12 están en manos demócratas.
Pero para California, hacer un redibujo de mapas electorales a mita de la década del Censo no sería tan fácil como para Texas.
En tiempos del último gobernador republicano del estado, Arnold Schwarzenegger (2003-2011), se hizo una reforma constitucional con la que se creó una comisión independiente que quitó la tarea del diseño de mapas electorales a la Asamblea estatal
Así los hizo tras los conteos poblacionales de 2010 y 2020, en procesos que no padecieron los problemas de los anteriores, cuando la pelea partidista condujo a bloqueos que tuvieron que ser resueltos con mapas sancionados por la Corte Suprema de Justicia californiana.
El gobernador Newsom tendría que convocar a un referéndum este año que derogue (temporalmente, se asume por ahora) las enmiendas constitucionales y permita crear nuevos mapas a tiempo para las elecciones de mitad de período de 2026.
Newsom tendría que contar con el visto bueno de dos tercios de la Legislatura estatal controlada por los demócratas y luego, menos seguro, convencer al electorado.
Schwarzenegger se opone a la idea de Newsom
Un mapa en versión preliminar al que la agencia AP tuvo acceso, se aumentaría generosamente los márgenes demócratas en distritos para escaños competitivos anclados en los condados de Orange, San Diego y el cinturón agrícola del Valle Central, lo que daría a los demócratas una posible ventaja mientras los republicanos texanos intentan influir en el escaso equilibrio de la Cámara de Representantes.
Según la propuesta, en los distritos que ahora ocupan los representantes republicanos Ken Calvert, Darrell Issa, Kevin Kiley, David Valadao y Doug LaMalfa, los votantes de derecha se verían reducidos y los demócratas se verían reforzados, lo que haría probable que un candidato de izquierda se impusiera en cada contienda.
Newsom anunció que convocará elecciones especiales para la primera semana de noviembre: "California no se quedará de brazos cruzados viendo cómo se desvanece esta democracia", declaró Newsom.
En esa pelea electoral que puede estar por venir para los californianos, Newsom tendrá al frente a Schwarzenegger, un duro crítico de Trump y se opone a la iniciativa de Texas, que cree que lo que propone el gobernador demócrata es empezar “una carrera hacia el abismo”
"Él dice que la manipulación de los distritos electorales es malvada, y lo dice en serio. Cree que es verdaderamente perverso que los políticos le arrebaten el poder a la gente", declaró el portavoz de Schwarzenegger, Daniel Ketchell, a la publicación Politico.
"Se opone a lo que está haciendo Texas y a la idea de que California compita hasta el abismo para hacer lo mismo", añadió Ketchell.
Otros estados republicanos que piensan redibujar sus mapas electorales
Si California redibujara sus mapas, anularía el efecto que podría tener Texas en la Cámara de Representantes. Pero hay otros estados liderados por republicanos que está considerando ampliar las mayorías parlamentarias con el diseño de mapas.
Ohio podría intentar ampliar aún más la ventaja de 10 5 que tienen sobre los demócratas. En su caso, la ley estatal exige que se rediseñen los mapas antes de las elecciones intermedias de 2026.
En otro estado estrella para los republicanos, Florida, el gobernador Ron DeSantis afirmó que estaba considerando una redistribución de distritos anticipada y "definiendo cómo se vería”. De sus 28 escaños, los republicanos controlan 20.
Missouri está bajo presión de Trump, quien quiere que el gobernador Mike Kehoe convoque una sesión legislativa especial para la redistribución de distritos del Congreso que favorezca a los republicanos. Los republicanos ahora controlan seis de los ocho escaños de la Cámara de Representantes y sacarían otro si se reestructura un distrito del área de Kansas City que ocupa un demócrata.
En Indiana, el gobernador republicano Mike Braun dijo esta semana que tendrá una "amplia conversación" con los líderes legislativos sobre la constitucionalidad de un eventual rediseño de mapas y que aún no se han hecho compromisos.
"Parece que esto ocurrirá en muchos estados republicanos", declaró Braun en a una televisora local en Indianápolis, resumiendo la ola de reacciones que ha generado la movida en Texas.
Y la reacción de otros estados demócratas
La representante de Washington, Suzan DelBene, quien lidera el brazo de campaña de los demócratas de la Cámara de Representantes, indicó en un evento del Christian Science Monitor que si Texas sigue adelante con la aprobación de nuevos mapas, los estados liderados por demócratas revisarían sus propias líneas políticas.
"Si siguen este camino, sin duda la gente responderá en todo el país. No vamos a quedarnos de brazos cruzados mientras los republicanos intentan socavar las voces del pueblo estadounidense", afirmó DelBene.
En Nueva York, la gobernadora demócrata Kathy Hochul se unió recientemente a Newsom al expresar su disposición a aceptar la redistribución de distritos a mediados de la década, aunque en su caso, también hay leyes estatales que exigen comisiones independientes o limitan la capacidad de manipulación de distritos electorales.
Sin embargo eso requeriría una enmienda a la constitución estatal, un cambio que tendría que aprobarse en la legislatura dos veces y ser aprobado por los votantes, por lo que los nuevos mapas podrían estar listos apenas para las elecciones de 2028.
En Maryland, el líder de la mayoría de la Cámara de Representantes estatal, el demócrata David Moon, afirma que patrocinará una legislación para activar la redistribución de distritos si Texas o cualquier otro estado la realiza antes del censo.
Gerrymandering, antipático para algunos, pero no ilegal
Al final, cada estado tiene sus normas para dibujar mapas electorales por las razones que crea conveniente.
No existe ningún impedimento nacional para que un estado intente redistribuir los distritos a mediados de la década y lo haga por motivos políticos, como aumentar la representación del partido en el poder.
En 2019, la Corte Suprema dictaminó que los tribunales federales no debían involucrarse en debates sobre la manipulación política de distritos electorales, la práctica de trazar distritos para obtener beneficios partidistas.
En esa decisión, el presidente la Corte, John Roberts, afirmó que la redistribución de distritos es "altamente partidista desde cualquier punto de vista", pero indicó que los tribunales pueden exigir nuevos mapas si creen que los límites del Congreso diluyen los votos de un grupo racial minoritario, en violación de la Ley de Derecho al Voto.








