Los problemas del presidente Donald Trump para solucionar el alto costo de vida podrían estar dándole a los votantes una sensación de déjà vu.
Por qué Trump no logra resolver el problema de los altos precios como prometió en campaña (y por los que criticó a Biden)
Aunque Trump sigue diciendo que un auge económico está a la vuelta de la esquina, hay señales de que ya agotó la paciencia de los votantes, pues sus promesas de campaña de arreglar la inflación en el corto plazo no se han cumplido.

Al igual que el expresidente Joe Biden, Trump está tratando de convencer al país de sus planes para crear empleos en fábricas. El republicano quiere reducir los costos de los medicamentos recetados, al igual que lo hizo el demócrata. Ambos intentaron avergonzar a las empresas por los aumentos de precios.
Trump incluso está recurriendo a un mensaje que hace eco de las afirmaciones de Biden en 2021, de que la inflación elevada es simplemente un problema “transitorio” que pronto se desvanecerá. “Pronto estaremos llegando al 1.5%”, dijo a periodistas el lunes. “Todo está bajando”.
Aunque Trump sigue afirmando que el auge económico está a la vuelta de la esquina, hay señales de que la paciencia de los votantes se va agotando, pues sus promesas de campaña de arreglar la inflación de inmediato no se han cumplido.
Los votantes se van frustrando con Trump por la inflación
En las elecciones de este mes, los votantes se inclinaron fuertemente por los demócratas debido a preocupaciones sobre el poder adquisitivo. Eso ha dejado a Trump, quien catalogó como falso el mal desempeño en materia económica que mostraron encuestas, flotando ideas a medio andar para aliviar las presiones financieras.
Promete un reembolso de $2,000 sobre sus aranceles y dijo que podría extender la hipoteca de 30 años a 50 años para reducir el tamaño de los pagos mensuales. El viernes, Trump eliminó sus aranceles sobre la carne de res, el café, el té, el jugo de fruta, el cacao, las especias, los plátanos, las naranjas, los tomates y ciertos fertilizantes, al decir que “podrían, en algunos casos” haber contribuido a aumentar los precios.
Pero esas son en buena parte medidas “engañosas” que con poca probabilidad moverán mucho la aguja de la inflación, dijo Bharat Ramamurti, ex subdirector del Consejo Económico Nacional de Biden.
“Están en una posición muy difícil porque se han ganado la reputación de no preocuparse lo suficiente por los costos, y las herramientas que tienen disponibles probablemente no podrán ayudar a la gente en el corto plazo”, dijo Ramamurti.
Ramamurti aseguró que la administración de Biden aprendió por las malas que los votantes no se calman con que un presidente diga que sus políticas finalmente harán que sus ingresos aumenten. “Ese argumento no cala”, dijo.
Cómo afectó la inflación a la presidencia de Biden
Biden heredó una economía que intentaba recuperarse de la pandemia de coronavirus, que había cerrado escuelas y oficinas, causando despidos masivos y niveles históricos de endeudamiento gubernamental. En marzo de 2021, promulgó un paquete de ayuda de 1,900 mil millones de dólares. Los críticos dijeron que era excesivo y que podría causar un aumento de precios.
A medida que la economía reabrió, hubo escasez de chips de computadoras, de electrodomésticos de cocina, de autos e incluso de muebles. Los cargueros quedaron atrapados esperando atracar en puertos, lo que generó problemas en la cadena de suministro. La invasión rusa en Ucrania a principios de 2022 elevó los costos de la energía y los alimentos, y en junio, los precios al consumidor alcanzaron su punto máximo en cuatro décadas. La Reserva Federal aumentó sus tasas de interés de referencia para enfriar la inflación.
Biden trató de convencer a los estadounidenses de que la economía era sólida. “La ‘Bidenomía’ está funcionando”, dijo en un discurso en 2023. “Hoy, Estados Unidos ha tenido la mayor tasa de crecimiento económico, liderando a las economías mundiales desde la pandemia”.
Sus argumentos hicieron poco para convencer a los votantes, ya que solo 36% de los adultos estadounidenses aprobaban su manejo de la economía para agosto de 2023, según una encuesta de ese momento realizada por The Associated Press- NORC Center for Public Affairs Research.
Trump podría ser su peor enemigo en materia de inflación
Los republicanos argumentaron que las políticas de Biden empeoraron la inflación. Los demócratas usan ese mismo enfoque hoy contra Trump.
Su argumento es el siguiente: los aranceles de Trump se están trasladando a los consumidores en forma de precios más altos; la cancelación de proyectos de energía limpia significa que habrá menos nuevas fuentes de electricidad mientras suben las facturas de servicios; sus deportaciones masivas encarecieron la construcción de viviendas en un sector altamente dependiente de inmigrantes.
Funcionarios de la administración Biden señalan que Trump asumió el cargo con un fuerte crecimiento, un mercado laboral sólido y una inflación que bajaba cerca de niveles históricos, solo para revertir esas tendencias.
“Es sorprendente cuántos estadounidenses están conscientes de su política comercial y culpan acertadamente a esa política errática por el cambio en los precios ”, dijo Gene Sperling, un asesor principal de Biden que también dirigió el Consejo Económico Nacional en los gobiernos de Obama y Clinton.
“Está en una trampa difícil de su propia creación, y no es probable que se vuelva más fácil”, dijo Sperling.
Los precios al consumidor habían estado aumentando a una tasa anual de 2.3% en abril, cuando Trump lanzó sus aranceles, y esa tasa se aceleró a 3% en septiembre.
El aumento inflacionario ha sido menor que lo que los votantes soportaron con Biden, pero las consecuencias políticas parecen ser similares: 67% de los adultos estadounidenses desaprueban el desempeño de Trump, según datos de encuestas de noviembre de AP-NORC.
“En ambos casos, el presidente generó una porción no trivial de la inflación”, dijo Michael Strain, director de estudios de política económica del American Enterprise Institute, un grupo de expertos de centro-derecha. “Creo que el presidente Biden no tomó esta preocupación lo suficientemente en serio en sus primeros meses en el cargo, y el presidente Trump no la está tomando lo suficientemente en serio ahora mismo”.
Strain señaló que ambos presidentes incluso han respondido al dilema de maneras “extraña y escalofriantemente similares”, minimizando a la inflación como problema, señalando a otros indicadores económicos y buscando abordar las preocupaciones mediante la emisión de cheques gubernamentales.
La Casa Blanca apuesta a que sus políticas puedan domar la inflación
Los funcionarios de Trump han argumentado que su combinación de recortes de impuestos sobre la renta, los marcos de inversión extranjera vinculados a los aranceles y los cambios en la aplicación de regulaciones llevarán a más fábricas y empleos. Todo eso, dicen, podría aumentar la oferta de bienes y servicios, y reducir las fuerzas que impulsan la inflación.
“Las políticas que estamos siguiendo ahora están aumentando la oferta”, dijo el miércoles al Club Económico de Washington Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional de Trump.
La Fed ha recortado sus tasas de interés de referencia, lo que podría aumentar la disponibilidad de dinero para la inversión en la economía. Pero el banco central lo ha hecho debido a un mercado laboral debilitado a pesar de que la inflación está por encima de su objetivo del 2%, y existen preocupaciones de que recortes de tasas del tamaño que quiere Trump podrían generar más inflación.
El tiempo podría no estar del lado de Trump
Se necesita tiempo para que mejore la sensación del consumidor después de que baje la tasa de inflación, según la investigación de Ryan Cummings, un economista que trabajó en el Consejo de Asesores Económicos de Biden.
Su lectura del índice sobre la sensación del consumidor de la Universidad de Michigan es que los efectos del aumento pospandémico de la inflación ya no son un factor determinante. Hoy en día, los votantes están frustrados porque Trump les hizo creer que podría bajar los precios de los comestibles y otros gastos, pero no ha cumplido.
“Cuando se trata de problemas estructurales de asequibilidad —vivienda, cuidado infantil, educación y atención médica— Trump ha avanzado en la dirección equivocada en cada uno”, dijo Cummings, ahora jefe de gabinete del Instituto de Investigación de Política Económica de Stanford.
Dijo que la mejor oportunidad de Trump para vencer la inflación ahora podría ser “si tiene un golpe de suerte muy grande con los precios de los productos básicos”, gracias a una cosecha mundial abundante y una producción de petróleo que continúe superando la demanda.
Por ahora, Trump ha decidido seguir confiando en atacar a Biden por cualquier cosa que haya salido mal en la economía, como lo hizo el lunes en una entrevista con 'The Ingraham Angle' de Fox News.
“El problema fue que Biden hizo esto”, dijo Trump.









