Joni Tziquin Tzoc, víctima del camión en San Antonio, escribió los nombres y números de su familia en sus zapatos

Las autoridades han indicado que hasta el momento hay 53 migrantes muertos. Entre los muertos había 27 mexicanos, 14 hondureños, siete guatemaltecos y dos salvadoreños, indicó Francisco Garduño, jefe del Instituto Nacional mexicano de Migración.

Video Familia guatemalteca llora la muerte de un ser querido tras ser hallado dentro de un tráiler en San Antonio

SAN ANTONIO, Texas. - Joni Tziquin Tzoc, de 17 años, es uno de los fallecidos del camión de carga que apareció en San Antonio. El hermano, José Tzoc, supo la noticia cuando el Consulado de Guatemala le llamó para informarle que Joni es una de las 53 víctimas mortales.

José contó a Univision 41, por medio de una llamada telefónica, que su hermano se había escrito los nombres y números de teléfonos de sus familiares en la suela de sus zapatos, y que de esta manera fue que las autoridades pudieron identificar el cuerpo.

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"Él lo último que me dijo el lunes era que se iban (en el camión) y no supe más. Ahora nos van a enviar su cuerpo. Ya comenzaron a pedir papeles, pero no se si nos van a ayudar con los gastos funerarios", comentó José Tzoc.

El guatemalteco señaló que durante el proceso de identificación, las autoridades de su país tuvieron poca comunicación con él, lo que provocó una desesperación en medio de la tragedia que ha golpeado a inmigrantes de Guatemala, México, El Salvador y Honduras.

Al principio pensó que su hermano estaba en los hospitales y se comunicaba con los periodistas de Univisión 41 para saber si su hermano estaba en la lista de fallecidos. Pero fue en la noche del pasado jueves cuando se enteró de que era una de las víctimas.

Tzoc reconoció además que la situación para ellos en Guatemala es muy mala y que no hay trabajo ni oportunidades. También contó que los coyotes cobran más de 15 mil dólares para ingresarlos a Estados Unidos.

No tenían agua y estaban cubiertos de condimento ablandador de carne

El pasado lunes, un hombre encontró en la carretera Quintana un camión de 18 ruedas con decenas de inmigrantes muertos y algunos sobrevivientes. El hombre llamó al sistema de emergencia 9-1-1 para informar del hallazgo.

Las autoridades confirmaron que hasta el momento hay 53 migrantes muertos. Entre los muertos había 27 mexicanos, 14 hondureños, siete guatemaltecos y dos salvadoreños, indicó Francisco Garduño, jefe del Instituto Nacional mexicano de Migración.

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La mayoría de los migrantres que iban en el camión murieron tras el abandodo en medio del intenso calor en San Antonio. Las víctimas no tenían agua, aire acondicionado o ventilación y las temperaturas superaban los 100 grados.

Según versiones policiales, estaban cubiertos con un condimento ablandador de carne para esconder su olor y confundir a los perros K-9 que se utilizan en la frontera y que son entrenados para detectar humanos en tráilers en los puntos de control de la Patrulla Fronteriza.

En la escena, los oficiales de SAPD descubrieron a varias personas, algunas todavía dentro del remolque del tractor, otras en el suelo y en la maleza cercana, muchas de ellas fallecidas y algunas incapacitadas.

Charles Hood, jefe del Departamento de Bomberos en San Antonio, indicó que muchos de los sobrevivientes tenían un golpe de calor, por lo que fueron trasladados a hospitales de la zona.

Identifican a algunas víctimas del camión

Pascual Melvin Guachiac Sipac y Juan Wilmer Tulul Tepaz, ambos originarios de Guatemala, también murieron al interior de un tráiler varado al lado de una carretera en San Antonio, Texas.

Juan Wilmer Tulul, de 13 años, salió el 14 de junio de la comunidad de Tzucubal junto con su primo Pascual Melvin Guachiac, también de 13 años, para intentar llegar a Houston con familiares y tratar de iniciar una nueva vida y poder ayudar a sus padres.

Pero su viaje se truncó en San Antonio: ambos fallecieron junto con otros migrantes, arremolinados en la caja del tráiler y bajo un calor sofocante.

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Los niños crecieron en una comunidad de poco más de 1.500 personas donde el mejor futuro era dedicarse a la agricultura. Los primos tenían como destino final Houston donde familiares los esperaban y quienes habían arreglado el pago y contratación de un “coyote”, refirió la madre que no habla español, solo Quiché, su idioma maya natal.

Tulul dijo que consiguieron un coyote que cobraba alrededor de 6.000 dólares, de los que ya habían pagado casi la mitad. Ahora, sólo piensa en que alguien les ayude a repatriar a su hijo.

Ambas familias aseguraron que no cuentan con los recursos necesarios para repatriar los cuerpos y piden el apoyo de las autoridades para traer y enterrar los cuerpos.

Sebastián Och Mejía, también de Guatemala, figura entre los muertos. Se desconoce todavía si sus familiares ya estñan enterados.

En total, 67 personas se encontraban hacinadas en el camión y fueron abandonadas el lunes en San Antonio.