Las contradicciones sobre el uso del cubrebocas causan confusión en Texas

El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha pedido a los texanos que usen tapabocas para impedir el contagio de coronavirus. Pero durante sus anuncios en televisión, ni el gobernador ni su equipo las utilizan. Tampoco su equipo de seguridad. También Abbott ha impedido que condados obliguen a sus residentes a utilizarlas y ha pedido que se castigue a los ciudadanos si no las usan.

Los mensajes han ocasionado confusión entre los habitantes, señalan analistas, y muchos negocios han aplicado sus propias reglas en medio de la reapertura económica del estado, que enfrenta una crisis sin precedentes en décadas y una pandemia que el Gobierno de Texas calificó en marzo como la peor que ha visto el estado en un siglo.

Más de 38,800 texanos han sido diagnosticados de coronavirus y al menos 1,088 han muerto.

Texas comenzó la reapertura del estado el viernes 1 de mayo. Un periodo que el gobernador explicó se realizaría en tres fases. La segunda comenzó el viernes pasado, con la reapertura de salones de belleza, tiendas y restaurantes.

Los expertos en salud han alertado de que, al no existir una vacuna, el riesgo de contagio sigue latente. Las investigaciones, hasta el momento, han mostrado que personas sin síntomas pueden transmitir la enfermedad.

Que un funcionario público utilice un cubrebocas en público muestra un ejemplo a los ciudadanos, explicó Brandon Rottinghaus, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Houston al Dallas Morning News.

“Para mostrar un mensaje fuerte, tienes que poner el ejemplo y ellos [el gobernador y su equipo] no lo han hecho”, comentó. “Si los líderes están dispuestos a hacer los sacrificios que piden a los habitantes, ellos lo harán también”.

Algunos funcionarios electos han elegido usar tapabocas en público. El presidente Donald Trump ha dicho que no usará mascarillas y el vicepresidente Mike Pence causó polémica al no utilizarlas durante su reciente visita a la Mayo Clinic.

Hasta ahora, Abbott no ha explicado por qué ha elegido no utilizar cubrebocas. Un portavoz comentó que el gobernador no utiliza tapabocas para que “las personas puedan escucharlo”.

Contradicciones "exasperantes"

Mark Jones, profesor de ciencia política en la Universidad de Rice, señaló que Abbott ha elegido mantenerse al margen de las políticas sobre el uso de las mascarillas. “No hay una forma realista en que un gobernador de Texas pueda decir que los ciudadanos usen un cubrebocas sin parecer que es una orden fuerte”, afirmó.

“Abbott simplemente reconoce la realidad de Texas: algunos usarán las mascarillas porque quieren y otros porque no”, añadió.

La decisión de Abbott causa polémica después de que la jueza Lina Hidalgo del condado de Harris (Houston) ordenó por decreto que los residentes mayores de 10 años usaran un cubrebocas en público, una decisión que fue criticada por el vicegobernador Dan Patrick, congresistas y que incluso le ganó una demanda de un activista conservador quien afirmó que su decisión era “autoritaria”.

Dallas, El Paso y Austin pusieron medidas similares, aunque fue la decisión de Hidalgo la que causó mayor polémica. El alcalde de Houston, Sylvester Turner, afirmó que ningún policía detendría a una persona por no usar el cubrebocas pese a que la orden indicaba que quien no lo hiciera se expondría a una detención y una multa de mil dólares.

La reapertura de Texas, ordenada por el gobernador el 1 de mayo, retiró las prohibiciones del condado.

La decisión ha causado polémica sobre las competencias legales de las autoridades texanas. “Considero que las medidas confusas son exasperantes”, dijo Jeremy Howard, científico de la Universidad de San Francisco, sobre las acciones de Abbott en el tema. “Necesitamos que muestre convicción detrás de sus palabras”.