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Hospital cubre gastos de paciente que sacó de sus instalaciones a los 90 minutos de operada

Lo que se suponía que sería una operación de tres horas, se convirtió en una maratónica intervención quirúrgica de siete horas y media. 90 minutos después de la complicada operación, la paciente fue puesta en silla de ruedas en la puerta del hospital por no contar con seguro médico.
23 Jun 2021 – 06:54 PM EDT
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Diana Melo-Miranda fue obligada a abandonar el Hospital LDS en Salt Lake City Diana 90 minutos después de una complicada operación.
Crédito: Univision 32

Diana Melo-Miranda, una mujer hispana de West Jordan que tuvo que ser sometida a una complicada cirugía abdominal en octubre pasado a fin de extirpar extirpar unos peligrosos fibromas en el Hospital LDS en Salt Lake City, recibió la buena noticia de que Intermountain Healthcare condonó todos los gastos médicos relacionados con la operación, la cual fue más complicada de lo inicialmente previsto.

A tal fin fue ingresada en octubre pasado en el hospital LDS. La operación no solo iba a ser complicada por un cuadro de anemia presentado por la paciente por causa de los fibromas, sino también porque como muchísimos otros estadounidenses, Melo-Miranda no contaba con seguro médico que la ayudase a costear los costos relacionados a la operación. Melo-Miranda advirtió al hospital sobre esta circunstancia, pero le dijeron que no se preocupara que después de la operación podría aplicar por ayudas financieras.

Lo que se suponía que sería una operación de tres horas, se convirtió en una maratónica intervención quirúrgica de siete horas y media. Los médicos encontraron más de seis fibromas, uno de ellos del tamaño de un bebé de siete meses. Melo-Miranda tuvo que ser entubada y ser sometida a anestesia general.

Ya despierta durante el proceso de recuperación, Melo-Miranda pudo escuchar al personal de enfermería hablando sobre su caso, más específicamente sobre la necesidad de sacarla del hospital inmediatamente. La paciente escuchó a una de las enfermeras decir que la razón era que no contaba con una póliza de seguro médico. 90 minutos después de la complicada operación, Melo-Miranda fue puesta en silla de ruedas en la puerta del hospital LDS.

48 horas después de llegar a su hogar el cuadro de salud de Melo-Miranda era tan complicado que sus familiares tuvieron que trasladarla urgentemente a otro centro de atención médica. Allí encontraron que tenía un ritmo cardíaco anormalmente bajo, una anemia con hemoglobina de 6.1 g/dL, que según el Instituto Nacional del Cáncer es considerada como ‘severa’, además de sufrir de neumonía.

Una vez recuperada, en febrero Melo-Miranda concedió una entrevista a Univision 32 en la que dijo que estaba considerando todas sus opciones, incluyendo la de iniciar una acción legal en contra del Hospital LDS.

Consultada por Univision 32, Intermountain Healthcare dijo que debido a regulaciones federales no podían comentar sobre el caso en particular, pero que el LDS toma muy en serio las preocupaciones de sus pacientes, y que la alta calidad de atención a sus pacientes, independientemente de su capacidad de pago, es el núcleo de su trabajo.

Sin embargo, en una carta fechada 5 de mayo firmada por una persona identificada únicamente como Jane del Equipo de Defensa del Paciente, Intermountain Healthcare le comunicó a Melo-Miranda, que después de revisar su caso, y “debido a las dificultades que usted tuvo que enfrentar . . . nos hemos encargado de los cargos de establecimiento de sus visitas a los servicios Quirúrgicos y la Sala de Emergencias”.

Aunque Intermountain Healthcare reitera en la carta que la atención recibida por Melo-Miranda fue "adecuada", reconocen que su caso representó una oportunidad “para tener un mayor impacto en la comunicación y así mejorar la atención médica”.

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