El tiroteo masivo en el que murieron 15 personas durante una celebración de Janucá en la playa de Bondi, en Sídney, fue un atentado terrorista inspirado por Estado Islámico, dijeron este martes las autoridades.
Autores del ataque terrorista contra una celebración judía en Australia estaban motivados por la ideología de Estado Islámico, según autoridades
El padre e hijo acusados del tiroteo en Bondi Beach estaban motivados por la "ideología del Estado Islámico", dijo el martes el primer ministro Anthony Albanese.
"Parece que fue motivado por el Estado Islámico", le dijo a la radiotelevisión pública australiana, ABC, el primer ministro, Anthony Albanese. Eso fue corroborado en rueda de prensa por la comisionada de la Policía Federal de Australia, Krissy Barrett.
Los sospechosos eran un padre y su hijo, de 50 y 24 años, según informaron las autoridades. El hombre mayor, identificado por funcionarios estatales como Sajid Akram, murió abatido por la policía. Su hijo permanece en coma en un hospital, bajo custodia policial.
La conferencia de prensa ofrecida el martes por líderes políticos y de las fuerzas de seguridad fue la primera ocasión en que las autoridades confirmaron públicamente sus conclusiones sobre la ideología de los atacantes. Albanese explicó que esas afirmaciones se basan en pruebas recabadas, entre ellas “la presencia de banderas del Estado Islámico en el vehículo que fue incautado”.
Este martes, unas 25 personas seguían hospitalizadas tras la masacre del domingo, 10 de ellas en estado crítico. Tres están siendo atendidas en un hospital infantil.
Entre los heridos se encuentra Ahmed al Ahmed, captado en video cuando se abalanzó sobre uno de los atacantes, lo desarmó, apuntó brevemente con el arma hacia él y luego la dejó en el suelo.
Las víctimas mortales tenían entre 10 y 87 años. Asistían el domingo a una celebración de Janucá en la playa más famosa de Australia cuando comenzaron los disparos.
Las autoridades investigan un viaje de los sospechosos a Filipinas
Los sospechosos viajaron a Filipinas el mes pasado, informó Mal Lanyon, comisionado de Policía del estado de Nueva Gales del Sur. Los investigadores analizan los motivos del viaje y los lugares que visitaron.
Lanyon confirmó además que un vehículo retirado del lugar de los hechos, registrado a nombre del sospechoso más joven, contenía artefactos explosivos improvisados.
“También confirmo que contenía dos banderas del ISIS hechas a mano”, dijo.
La Oficina de Inmigración de Filipinas confirmó el martes que Sajid Akram viajó al país del 1 al 28 de noviembre junto a Naveed Akram, de 24 años, y que Dávao figuraba como su destino final. Esta provincia, situada en la isla sureña de Mindanao, tiene un largo historial de insurgencias islamistas contra el gobierno central.
Los registros migratorios indican que Sajid era ciudadano indio y su hijo ciudadano australiano, informó la portavoz Dana Sandoval.
En el sur de Filipinas, grupos separatistas musulmanes como Abu Sayyaf expresaron en el pasado su apoyo al Estado Islámico y llegaron a acoger a pequeños contingentes de combatientes extranjeros procedentes de Asia, Oriente Medio y Europa.
Sin embargo, décadas de ofensivas militares han debilitado considerablemente a Abu Sayyaf y a otros grupos armados, y las fuerzas de seguridad filipinas aseguran que no hay indicios recientes de presencia de militantes extranjeros en el sur del país.
¿Pudo haberse actuado antes para evitar el atentado?
Las autoridades enfrentan crecientes cuestionamientos sobre si podrían haber actuado antes para frustrar el atentado.
Albanese explicó que Naveed Akram, descrito como un albañil desempleado, había llamado la atención de la agencia de inteligencia australiana en 2019, pero que entonces no se le consideró una amenaza inminente.
“Lo entrevistaron a él, entrevistaron a sus familiares y a personas de su entorno”, dijo Albanese. “En ese momento no fue considerado una persona de interés”, agregó.
La policía sigue reconstruyendo los movimientos del padre y el hijo antes del tiroteo.
Según versiones, Naveed le dijo a su madre el día del ataque que saldría de la ciudad para ir de pesca. Pero en realidad, las autoridades creen que se refugió con su padre en un apartamento alquilado, donde planearon el ataque.
Armados con rifles de cañón largo, dispararon durante 10 minutos contra las personas en la playa y un parque cercano, hasta que la policía abatió a Sajid, de 50 años.
Llamados a endurecer las leyes de armas
Albanese y los líderes de varios estados australianos se comprometieron a endurecer aún más las ya estrictas leyes sobre armas del país, en lo que serían las reformas más amplias desde que un atacante mató a 35 personas en Port Arthur, Tasmania, en 1996. Desde entonces, los tiroteos masivos han sido poco frecuentes en Australia.
Las autoridades divulgaron más información a medida que crecían la indignación y los cuestionamientos públicos, al tercer día del ataque, sobre cómo los sospechosos pudieron planearlo y ejecutarlo, y sobre si la comunidad judía australiana estaba suficientemente protegida frente al aumento del antisemitismo.
“Los presuntos asesinos, con una frialdad extrema en la forma en que supuestamente coordinaron el ataque, parecían no tener ningún respeto por la edad o la condición de sus víctimas”, dijo Barrett. “Todo indica que solo les interesaba aumentar el número de muertos”.
Albanese visita al hombre que se abalanzó sobre el atacante
Antes, Albanese visitó a al Ahmed en el hospital. El primer ministro explicó que el comerciante de frutas, de 42 años y origen sirio, tenía programada otra cirugía el miércoles por heridas de escopeta en el hombro izquierdo y la parte superior del cuerpo.
“Fue un gran honor conocer a Ahmed al Ahmed. Es un verdadero héroe australiano”, dijo Albanese a los periodistas tras una reunión de 30 minutos con él y sus padres.
“Somos un país valiente. Ahmed al Ahmed representa lo mejor de nuestro país. No vamos a permitir que este país se divida. Eso es lo que buscan los terroristas. Nos uniremos, nos abrazaremos y saldremos adelante”, añadió.
Los emblemáticos socorristas de Bondi Beach, con sus camisetas azules, recibieron elogios a medida que salían a la luz más relatos sobre su actuación durante el tiroteo.
Uno de ellos, identificado en Instagram como Rory Davey, realizó un rescate en el mar en plena balacera, después de que varias personas huyeran y se metieran en el agua, aún vestidas.
Otro socorrista, Jackson Doolan, publicó en redes sociales una foto suya corriendo descalzo, con un botiquín en la mano, desde la playa de Tamarama —a una milla de distancia— hacia Bondi mientras la masacre seguía en curso.
“Estos chicos son miembros de la comunidad y no se trata solo del surf”, dijo Anthony Caroll, una de las figuras del popular programa de telerrealidad Bondi Rescue, a Sky News. “Oyeron los disparos, dejaron la playa y se metieron de lleno en la escena del crimen, en la zona de peligro, mientras las balas seguían volando”.
Récord de donaciones de sangre mientras Australia llora a las víctimas
El embajador de Israel en Australia, Amir Maimon, visitó el martes el lugar de la matanza y fue recibido por líderes judíos.
“No estoy seguro de que mi vocabulario sea suficiente para expresar cómo me siento. Tengo el corazón destrozado, porque la comunidad judía, los australianos de fe judía, también son mi comunidad”, dijo Maimon.
Miles de personas de todos los ámbitos han acudido a Bondi desde la tragedia para rendir homenaje y depositar flores en un memorial improvisado que no deja de crecer.
Entre los visitantes estuvo el ex primer ministro John Howard, responsable de la reforma de las leyes de armas de 1996 y del programa de recompra de armas prohibidas.
Tras el tiroteo, un número récord de australianos se inscribió para donar sangre. Solo el lunes se reservaron cerca de 50,000 turnos, más del doble del récord anterior, informó a The Associated Press la organización nacional Lifeblood.
Casi 1,300 personas se registraron para donar por primera vez. La demanda fue tal en el centro de Lifeblood en Bondi que ya no había turnos disponibles antes del 31 de diciembre, según su sitio web.
En total, el lunes se realizaron 7,810 donaciones de sangre, plasma y plaquetas en todo el país, dijo la portavoz Cath Stone. Medios australianos informaron de filas de hasta cuatro horas en algunos centros de donación de Sídney.
Con información de las agencias AP y AFP.
