Sacramento, CA.- La ola de calor no sólo afectan a los seres humanos, también pueden causar severos problemas en los perros y demás animales de compañía, si no tomamos la precauciones necesarias.
Cuida a tu perro de las enfermedades relacionadas con la ola de calor, siguiendo estos consejos
Debes poner atención a síntomas relacionados con un golpe de calor u otros padecimientos provocados por las altas temperaturas.


Uno de los padecimiento más graves y comunes que puede sufrir nuestra mascota es el golpe de calor, provocado por la exposición a las altas temperaturas y/o por permanecer en espacios poco ventilados.
El golpe de calor puede provocar complicaciones de salud severas e incluso poner en riesgo la vida de los perros si no se detecta a tiempo. Se presenta cuando la temperatura corporal del perro supera los 105 grados.
Los principales síntomas son jadeo intenso y respiración rápida. También pueden presentar encías de color rojo brillante y ritmo cardíaco acelerado. En el peor de los casos, pueden presentar desorientación o incluso convulsiones.
¿Cómo evitarlo?
La principal recomendación es nunca dejar a los perros en una automóvil sin supervisión, ya que el interior de un vehículo puede alcanzar temperaturas de más de 120 grados, incluso en un día más frío, de acuerdo con especialistas.
Además, hacer esto es catalogado como una circunstancia peligrosa para la mascota, de acuerdo con la sección 597.7 del Código Penal de California, por lo que podría generarte problemas legales por maltrato animal.
Otra recomendación es limitar la actividad física en los días calurosos. Si van a salir, debes revisar el asfalto antes de sacar a sus animales para prevenir que se quemen las patas; puedes utilizar calzado especial para mascotas.
Procura mantener a tu perro en un lugar fresco y siempre bien hidratado con agua. Puedes ayudarlo a refrescarse con un baño.
¿Cómo tratarlo?
Si detectas que tu puerro pidiera estar sufriendo un golpe de calor, lo mejor es llevarlo de inmediato con un veterinario. Mientras tanto, puedes utilizar un paño húmedo con agua fresca y ponérselo en cabeza, axilas, estómago y patas.








