SAN JUAN, Puerto Rico, - El cantante Ismael Quintana, una de las voces más emblemáticas del movimiento salsero, falleció a las 10:00 de la noche de este s ábado,16 de abril, mientras se encontraba en cuidado intensivo en un hospital de Colorado, luego que fuera recluido el pasado miércoles tras confrontar problemas respiratorios.
Fallece Ismael Quintana, una de las voces más emblemáticas de la salsa
El sonero, fallecido a los 78 años en un hospital de Colorado, será sepultado en su natal pueblo de Ponce en los próximos días, informó un familiar.


El coleccionista Robert Padilla, amigo de la familia, informó a la agencia Inter News Service (INS) que los restos del artista serán trasladados próximamente a Puerto Rico y las exequias se celebrarán en Ponce, aunque no se ha precisado cuándo.
Al momento de su deceso, Quintana, de 78 años de edad y conocido en el ambiente musical como “Pat”, estuvo acompañado de su esposa Yolanda y dos de sus hijos, Ismael, Jr. y David.
“El mundo de la salsa y el bolero pierde a uno de los grandes entre los grandes, mi tío Ismael Quintana Reyes, a la edad de 78 años”, dijo el licenciado Juan “Tito” Medina Quintana, sobrino del destacado cantante ponceño.
El artista, creador de éxitos salseros como “Muñeca”, “Isla preciosa”, “Vámonos pal monte”, “No me hagas sufrir” y “Adoración”, llevaba varios años residiendo en Colorado, tras haber vivido por décadas en la ciudad de Nueva York, donde inició sus pasos por la música a finales de la década de 1950.
Su trayectoria
Natural del pueblo de Ponce, un ciudad al Sur de Puerto Rico donde nació el 3 de junio de 1937, Quintana se convirtió en una de las figuras más importantes de la conformación de un nuevo sonido musical afroantillano que originó temprano en los años 1960 en la urbe neoyorquina.
Para entonces, el vocalista, quien también fue un destacado percusionista, aceptó el reto de formar parte de una nueva agrupación musical que, bajo el liderazgo de Eddie Palmieri, reconocido pianista de la orquesta de Tito Puente, se denominó La Perfecta.
Además de Quintana y Palmieri, la alineación original de La Perfecta estuvo integrada por Manny Oquendo, Tommy López, Mike Collazo, Barry Rogers, Chocolate Almenteros y Vitín Paz.
Este grupo articuló un ritmo creativo y diferente al de las orquestas charangas que estaban de moda a principios de 1960, lanzando una propuesta innovadora, con cadencia y fuerza rítmica, en la que predominó la combinación sonora de dos trombones con la fuerza percusiva del piano de Palmieri.
La mágica combinación de Quintana y Palmieri quedó consignada en la primera grabación de la orquesta, lanzada al mercado en noviembre de 1961 por el sello Alegre bajo el título “Eddie Palmieri and his conjunto La Perfecta” e incluyó los temas “Conmigo”, “Isla preciosa”, “Mi guajira”, “Ritmo caliente”, “Cachita” y “Bailaré tu son”, entre otros.
Un año después apareció el segundo disco de la agrupación, “El molestoso”, recordado por sus temas “Así es la humanidad”, “Lázaro y su micrófono”, “Contento estoy”, “Yo sin ti” y “No critiques”.
A este álbum le siguió “Lo que traigo es sabroso”, en 1963, que incluyó uno de los más grandes éxitos en la carrera de Quintana, “Muñeca”.
A partir de ese momento llovieron los éxitos para Quintana, a quien todos admiraban por la calidez de su voz y quien junto a Palmieri se convirtió en uno de los binomios más aclamados de una nueva musicalidad antillana que aún no se denominaba salsa.
La capacidad vocal de Quintana y el virtuosismo de Palmieri también se hicieron sentir en las producciones “Mambo con conga es Mozambique” (1965), “Molasses” (1966), “Champagne” (1968), “Justicia” (1969) y “Superimposition” (1970), todos considerados grandes éxitos de la música afrocaribeña.
En el ínterin, y como parte de las colaboraciones que Quintana realizó con otras orquestas, la voz del artista se hizo sentir en trabajos musicales junto al trombonista Johnny Colón, Joe Cuba y la orquesta de Vladimir Vassilieff.
En 1971, Quintana exploró su carrera musical en solitario y, dejando las puertas abiertas en la orquesta de Palmieri, firmó un contrato con la discográfica United Artist para la que trabajó los discos “Punto y aparte” (1971) y “Dos imágenes” (1972).
El cantante volvió a sonar con La Perfecta en los discos “Vámonos pal’ monte” (1971), “Eddie Palmieri in Concert at the University of Puerto Rico” (1971) y “Live at Sing Sing” (1972).
En 1973, Ismael Quintana comenzó a realizar presentaciones acompañado de la orquesta de Luis Cruz, en el inicio de un nuevo periodo en su carrera que comenzó a florecer aunque su presencia y su voz nunca se desligaron del éxito alcanzado junto al de nominado “Rumbero del Piano”.
Ese mismo año, el cantante, que también se ha destacado como compositor, recibió una invitación de Johnny Pacheco y Jerry Masucci para formar parte del equipo musical de Fania, justo cuando se planificaba el concierto en el Yankee Stadium en el Bronx.
A partir de entonces, la carrera de Quintana se desarrolló bajo la sombra del sello Vaya Records, subsidiaria de Fania y junto a la que grabó los discos “Lo que estoy viviendo” (1976), “Amor, vida y sentimiento” (1977) y “Jessica” (1979).
A lo largo de su extensa carrera, el trabajo de Quintana brilló lo mismo en la interpretación de melodías cadenciosas y colmadas de fuerza rítmica como en la vocalización de temas amorosos en tiempo de bolero, habiendo cultivado una extensa discografía que es catalogada por los expertos como una de las más importantes en la salsa.
A Quintana le sobrevive su esposa Yolanda y sus hijos Ismael, Jr., David y Jessica.






