Los CDC revisaron su guía de pruebas el lunes, limitando las pruebas a aquellos que muestran síntomas. Ese cambio provocó una reacción violenta entre los expertos en salud pública que señalaron el papel que juegan las personas asintomáticas en la propagación del virus y la preocupación de que la revisión haya sido dictada por personas designadas por políticos fuera de los CDC.