Chequeo dermatológico: tu mejor defensa contra el cáncer de piel. Qué revisar y cuando ir

¿Por qué revisar tu piel en otoño? Un dermatólogo especialista explica cómo detectar lunares anormales y prevenir problemas graves como el cáncer de piel.

El secreto para detectar a tiempo los daños del sol
El secreto para detectar a tiempo los daños del sol
Imagen Free Pik

ORLANDO, Florida.- Aunque la salud de la piel debe cuidarse durante todo el año, el otoño se considera una de las mejores épocas para programar una revisión dermatológica.

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Esto es porque después de varios meses de exposición solar durante el verano, una consulta con un especialista en dermatología permite evaluar posibles cambios en la piel, detectar daños ocasionados por los rayos UV y, en caso necesario, tratar cualquier problema temprano.

“Muchas personas piensan en visitar al dermatólogo durante el verano, cuando pasan más tiempo al aire libre. Sin embargo, el otoño es en realidad la época más inteligente para realizar un chequeo. Tras una temporada de intensa exposición al sol, podemos identificar con mayor claridad los signos de daño y, lo más importante, detectar a tiempo manchas o lesiones sospechosas. Este diagnóstico temprano marca una gran diferencia en los resultados del tratamiento”, explica el Dr. Jason Miller, dermatólogo certificado del Schweiger Dermatology Group.

Toda temporada es buena para un chequeo de la piel. Sin embargo, muchos pacientes prefieren hacerlo después del verano, cuando ya no tienen tanto bronceado, lo que facilita examinar los lunares con mayor claridad”, explica el especialista.

Signos de alarma en la piel después del verano

El doctor señala que la detección temprana es la clave en los casos de cáncer de piel . Podemos hacerlo identificando una lesión en su etapa inicial, o cual hace una gran diferencia.

  • Lunares que aumentan de tamaño, cambian de forma o color.
  • Lunares que se vuelven asimétricos.
  • Lunares que causan picazón o sangran.
  • Zonas de la piel que no cicatrizan bien.
  • Áreas que se irritan constantemente al vestirse o al afeitarse.
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En cuanto a la frecuencia, lo ideal para la mayoría de los adultos es realizarse un chequeo dermatológico una vez al año. Sin embargo, quienes tienen antecedentes personales o familiares de cáncer de piel, así como quienes han usado camas de bronceado, deberían hacerlo más seguido.

Para notarlo, hay que prestar atención a diferentes factores, como cuando son pequeñas o poco profundas, las posibilidades de curación son mucho más altas y los procedimientos suelen ser menos invasivos. En cambio, cuando el cáncer crece o penetra más en la piel, el pronóstico es menos favorable y requiere tratamientos más complejos.

“Los chequeos dermatológicos no solo sirven para identificar manchas sospechosas. También son una oportunidad para resolver otras dudas, revisar bultos o protuberancias, o tratar erupciones leves que quizá no hubieran motivado una visita. Además, establecer una relación de confianza con tu dermatólogo facilita que puedas acudir rápidamente si aparece una lesión preocupante”, añade el Dr. Miller.

Consejos para proteger tu piel

No descuides la protección solar: Aunque los días sean más frescos, los rayos UV siguen afectando la piel. Usa protector solar de amplio espectro todos los días.

Observa los cambios en tus lunares: Si notas que alguno cambia de forma, color, tamaño o empieza a picar o sangrar, consulta de inmediato con un especialista.

Hazte una autoexploración regular: Revisa tu piel frente al espejo al menos una vez al mes para detectar manchas nuevas o zonas que no cicatrizan bien.

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Mantén la piel hidratada: El clima de otoño puede resecar la piel, usa cremas o lociones humectantes para mantenerla saludable.

Agenda revisiones anuales: Un chequeo dermatológico al año es recomendable para la mayoría de las personas, pero si tienes antecedentes de cáncer de piel, hazlo con más frecuencia.

Esta nota se realizó en colaboración con TMX.