De acuerdo con las autoridades, la llamada fue hecha el pasado 9 de junio por la esposa del principal sospechoso, pidiendo la revisión de su domicilio, debido a que había escuchado una conversación en la que su pareja admitía tener un arma. Autoridades confirmaron haber visitado la vivienda, pero no pudieron escalar la situación ya que la mujer afirmó no haber sido amenazada.