El incremento en el número de muertes de inmigrantes en custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) debe generar una reacción inmediata del gobierno de México, dijo a Univision Noticias Tonatiuh Guillén, experto en migración internacional y quien encabezó el Instituto Nacional de Migración de México (INM) de 2018 a 2019.
“Nadie debía morir”: exjefe de migración de México urge a frenar la muerte de mexicanos en custodia de ICE
En entrevista exclusiva con Univision Noticias Digital, Tonatiuh Guillén, exjefe del Instituto Nacional de Migración de México entre 2018 y 2019 asegura que el gobierno de México debe actuar de forma urgente ante el repunte de muertes de mexicanos en custodia de ICE. Asegura que deben establecerse mecanismos de protección para evitar que más personas fallezcan mientras esperan la resolución de sus procesos migratorios.
Hasta ahora, explicó basándose en datos de los gobiernos de Donald Trump y de Claudia Sheinbaum, han fallecido 10 inmigrantes mexicanos bajo custodia o durante operativos de ICE, lo que implica un repunte sin precedentes en comparación con años recientes. A finales de octubre, por ejemplo, el gobierno de Sheinbaum pidió a Estados Unidos investigar estas muertes.
Este martes, Sheinbaum informó que su administración presentó 30 quejas ante las Naciones Unidas por presuntas violaciones a los derechos humanos de inmigrantes mexicanos, aunque no entró en detalles.
Sin embargo, además de los mexicanos, durante 2025 han muerto en custodia de ICE un total de 22 inmigrantes de países como Haití, Colombia y Cuba, según datos de ICE. El académico remarcó el repunte de este año, frente a los tres o cuatro decesos de años anteriores.
El también investigador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) habló sobre la hostilidad que sufren los inmigrantes durante los operativos ordenados por Trump.
A continuación presentamos una versión editada y condensada de la charla con Guillén, quien cobró mayor notoriedad en México cuando renunció en 2019 al INM en protesta con las concesiones en materia migratoria del gobierno de Andrés Manuel López Obrador a las exigencias de Trump en su primera gestión.
—En los últimos meses usted ha analizado el número de muertes de inmigrantes en custodia de ICE. ¿Qué piensa que está ocasionando esta situación?
La parte más importante es que no debiera haber ninguna persona que fallezca, tal vez casos excepcionales bajo la hipótesis de que hay acceso a servicio médico, de que hay acceso a alguna atención de salud que identifique situaciones críticas, como es la obligación de los centros de detención. Ya cuando vemos que el número de muertes sube a más de dos por mes, o están por ahí, el asunto es muy preocupante. Ya uno tendría que preguntar cuáles son las condiciones que están generando ese escenario.
Una de las condiciones es que el ambiente de agresividad y hostilidad que en general tiene ICE ahora contra las poblaciones migrantes y refugiadas, se extiende y se prolonga a los centros de detención. No cambian ese tono hostil y de muy poca consideración por la vida y salud de las personas o de sus derechos. Por esa razón pueden terminar en una cárcel de El Salvador o en un país africano, porque no hay un debido proceso o se trata de evitar al máximo el debido proceso.
Y en ese ambiente de hostilidad, personas que tengan alguna situación de salud delicada o que se les cree una situación de salud delicada, pues se vuelven más vulnerables conforme pasa el tiempo. Si las detenciones se prolongan, pues sí se complica muchísimo.
—¿Qué acciones pueden tomarse ante las condiciones que describe?
Por lo pronto, creo que debe haber una conciencia pública en Estados Unidos de la gravedad de la situación. Por eso es muy importante la tarea de los medios ahí, para compartir la preocupación y la escala del problema. Y del otro lado, debiera haber también un diálogo con congresistas, especialmente los latinos aunque no solamente, porque también hay nacionales de otros países que están perdiendo la vida en los centros. Pero los latinos creo que seguramente tendrán la sensibilidad mayor para hacer una investigación de lo que está pasando, porque de hecho, la ley que obliga a ICE a publicar los datos es una decisión del Congreso. Entonces, sí, ese diálogo con el Congreso es muy importante.
Idealmente, ya como tercer escenario, es que se establezca una mesa de acuerdos y de revisión de protocolos con el gobierno de México para ser claros con la situación de los mexicanos detenidos y que puedan identificarse de manera oportuna escenarios críticos de salud. Yo creo que es un punto decisivo para que evitemos muertes, porque al final, y te reitero el punto, nadie debía morir ahí, ese es el subrayado. Y por lo mismo debieran evitarse estos cuadros que pueden conducir a la muerte.
—¿Qué nivel de interlocución hay a nivel institucional para que, en primer lugar, cuando un mexicano entre bajo la custodia de ICE, se garanticen sus derechos, se procure su bienestar y después retorne con seguridad?
La parte de protección en Estados Unidos le corresponde a la Secretaría de Relaciones Exteriores y a los consulados en particular. El Instituto Nacional de Migración sólo puede recibir y acordar algunas condiciones de esa recepción con la contraparte de Estados Unidos, especialmente CBP, que sería la instancia responsable, sobre todo la fronteriza. Los acuerdos principales deben establecerse de gobierno a gobierno y comandados, porque así está en la legislación mexicana, comandados por la Secretaría de Relaciones Exteriores. Entonces, esos protocolos de atención en Estados Unidos sí debieran estar sujetos a una mesa específica, solicitada, acordada y promovida por Relaciones Exteriores, pero no puede solita la Secretaría, realmente se necesita un apoyo interno en Estados Unidos y por eso mi insistencia en que debe ser una problemática reconocida en el ambiente público, en la conciencia pública en Estados Unidos y del otro lado, una problemática también reconocida y vista en el Congreso. Esas dos partes son las que son necesarias para empezar a corregir.
—Usted ha hecho un llamado urgente al gobierno de Claudia Sheinbaum para que active acciones, además de esta interlocución que usted plantea con actores internos de Estados Unidos. ¿Qué puede hacer el gobierno mexicano además de eso, de manera urgente?
Hizo algo que está en el protocolo tradicional de las relaciones entre gobiernos, que es enviar una nota diplomática. No conozco la nota diplomática, no es claro qué dice y qué solicita, pero más allá de pedir una explicación de las muertes, una explicación de las condiciones en cada caso, lo que se requiere es un acuerdo de un protocolo que permita a los consulados de México tener mecanismos que puedan identificar a las personas en situación vulnerable. En el caso de las muertes, por eso es muy importante revisar el expediente que tiene ICE. En el caso de las muertes que ya ocurrieron en el 2025, hay un cuadro médico, de historia médica, y ese cuadro médico debe ser estudiado y sobre ese estudio por expertos, acordar medidas de prevención, que es, creo, lo urgente. Y el llamado es justo a que se solicite un acuerdo de gobierno a gobierno que genere un protocolo práctico de atención de la población, por lo menos mexicana, en esos centros de detención.
—¿Usted cree que exista la voluntad del Ejecutivo en Estados Unidos para establecer estos protocolos que garanticen la seguridad de connacionales y otros inmigrantes indocumentados?
De entrada la veo muy poco probable. Esa voluntad más bien está invertida, o sea, la voluntad es de hostilidad, de agresividad, de maltrato, miedo y terror. Eso es lo que están armando. Por eso la importancia de la contraparte y de los equilibrios del gobierno de Estados Unidos: uno es la opinión pública y el otro son los congresistas.
Entonces debiéramos involucrar lo más posible a congresistas en la visibilidad, por lo menos de lo grave que está pasando y hacer muy visible entre la opinión pública de Estados Unidos que están muriendo personas de manera innecesaria debido justo a ese contexto de la detención.
—¿Qué implica para Estados Unidos que estén muriendo estas personas?
La primera debe ser ética, de principios de humanidad y de respeto a la vida de los demás. Ese principio ético lamentablemente está muy deteriorado, comenzando con el discurso del presidente Trump, quien ha denominado de manera muy frecuente y generalizada a migrantes y refugiados como criminales, como invasores y como amenaza de la seguridad nacional de Estados Unidos. Esa conceptualización tiene implícito el deterioro de los principios de respeto a la vida de las personas, puesto que son enemigos, porque son invasores. Entonces ahí hay un deterioro en el discurso público y en la acción gubernamental desde la perspectiva ética. Y hay otra parte que debe ser jurídica y ya está, es más compleja. Pero ¿cuál es la responsabilidad jurídica de los centros de detención y de los responsables de los centros de detención? ¿Cuál es la responsabilidad jurídica sobre las condiciones que propician el fallecimiento de las personas? Es otra parte, es mucho más compleja, soy consciente de ello, pero debiera también ser parte de la discusión.
—¿Cree que Estados Unidos pueda ser llevado a cuentas en algún contexto internacional por estos tratos crueles y degradantes a los que están sometiendo a inmigrantes, por lo que han denunciado muchos de ellos y por lo que vemos en las evidencias de video que han circulado?
Tendría que estudiarse, pero de entrada me parece que sí es viable hacer ese tipo de planteamiento.
—Hay quienes dirían que México garantiza menos la seguridad de inmigrantes bajo custodia de su sistema migratorio. ¿Qué le diría a aquellos que tal vez desde la postura estadounidense pensarían que México no tiene las herramientas de exigir nada frente a lo que estamos viendo en Estados Unidos?
Y tendrían razón, pero en donde no hay razón es en que una situación de violencia, de hostilidad y de condiciones que conducen a la muerte en Estados Unidos no puede justificarse nunca, porque en otro lugar existen cosas peores, como en el caso de México. Y entonces tendríamos que plantear el escenario, cada cual en su particularidad y es cierto, hay que reclamarle al gobierno de México.
—¿Cómo se deben tomar los números de inmigrantes muertos en custodia de ICE?
Yo creo que las muertes reportadas que están una por una persona, por persona, condición tras condición, son efectivas, son reales. La pregunta es si hay otras muertes que no estén reportadas. Eso no tendrías condiciones para definirlo, pero lo cierto es que en otras cifras, nada que ver con estas, pues hay planteamientos que no coinciden una fuente con otra. Por ejemplo, la agencia de Homeland Security puede referir que han salido de Estados Unidos dos millones de personas, por ejemplo. No hay manera de medir eso, pero bueno, es parte de lo que le conviene plantear relacionada con su desempeño.
Pero hay otras que tiene el propio ICE y que han obtenido organizaciones gracias a mecanismos de transparencia y de solicitudes de información que refieren a cifras mucho menores. Entonces, esos contrastes sí sugieren que no hay un control muy detallado de números, pero en el caso de muertes pensaría que estarían muy cercanas a lo que efectivamente es. Sería todavía extraordinariamente grave esconder muertes, por ejemplo, sería extraordinariamente grave.
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