La noche que Vicente Fernández dejó una huella imborrable en el Madison Square Garden, 'a su manera'

El 16 de octubre de 2010, el llamado "Charro de Huentitán” llenó a capacidad la sala de grandes conciertos de Nueva York. Allí le erizó la piel a miles de personas, que entre otras interpretaciones, aplaudieron a rabiar, el tema 'A mi manera', la versión en español del clásico de Frank Sinatra.

Al igual que gran parte del mundo, los residentes en Nueva York y Nueva Jersey amanecieron este domingo conmovidos por la muerte del legendario artista mexicano Vicente Fernández, "Chente", en un hospital de Guadalajara. El artista de 81 años, conocido como 'el cuarto gran mariachi' de México (siendo los otros tres Pedro Infante, Javier Solís y Jorge Negrete), falleció a las 6:15 de la mañana, por las complicaciones de salud que le produjo una caída en su casa, el pasado agosto.

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Nueva York y Nueva Jersey son estados en los que residen cerca de 5.3 millones de hispanos. Y miles de ellos acudieron en diversas ocasiones al encuentro con Vicente Fernández en el Madison Square Garden, escenario de grandes conciertos en Manhattan, en donde siempre llenó sus casi 21,000 asientos.


Una de las últimas veces (sino la última) que Vicente Fernández se presentó en el Madison Square Garden fue en 2010. Ahí, antes de presentarse el rey indiscutible de la música ranchera, tuvo un gesto que pocos de los asistentes podrán olvidar: entregó un fondo de becas local con un cheque por 25,000 dólares, cortesía suya y del patrocinador de su gira.

También antes del show, ofreció entrevistas en las que reveló detalles íntimos como que por su edad había perdido el cabello, pero que se lo “había puesto de nuevo” y que era alérgico a las lociones, por lo que para su higiene solo usaba agua y jabón.

En esa visita a Nueva York, "Chente" también confesó cuáles eran las tres cosas que más atesoraba en la vida: llevar una vida tranquila en su hogar, estar con el público 100 por ciento y pedirle a Dios por la salud de su esposa, de sus hijos y de su familia.

También dijo que si pudiera pedirle un deseo al, en ese entonces presidente Barack Obama, no sería algo para él, sino para los inmigrantes latinos. Su interés primordial, era explicarle sobre todo que “la gente que viene para acá no viene para asesinar, no viene para robar, viene para trabajar”.

Antes de subirse al escenario del MSG, el ' Sinatra de las rancheras', dijo, con toda humildad: “Me siento muy contento, pero también con mucha responsabilidad. Ya está, lleno, ahora falta que yo ponga lo mío”. Y así lo hizo. Acompañado de dos guitarras, dos trompetas, siete violines, un acordeón y un teclado, por tres horas cantó una lista interminable de éxitos como ‘El Rey', 'Que te vas te vas’ y ‘La ley del monte’, que el público coreó con él de memoria.

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Vicente Fernández no se despidió de sus fans sin antes regalarles una impresionante interpretación de 'A mi manera', la versión en español del clásico 'My Way', que popularizó a nivel mundial Frank Sinatra. La potencia de su voz, sumada al sentimiento desnudo, cautivaron a la audiencia, que no hablaba de algo más en los días siguientes.

Nueva York y el Madison Square Garden fueron en varias ocasiones testigos de las increíbles habilidades vocales de Vicente Fernández. Pero ese concierto del 2010, tuvo algo mágico, quizás porque confirmó que, aunque ya llevaba para ese entonces medio siglo de carrera, tenía la capacidad de satisfacer en un escenario a miles de latinos, por dos y tres horas y aún así dejarlos pidiendo más.

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