MANHATTAN, Nueva York. – Este jueves, considerado santo para los católicos, realizaron una ceremonia religiosa en la Cuarta Iglesia Universalista de la ciudad en la que le lavaron los pies Aura Hernández, una inmigrante que se refugia en dicho templo para evitar ser deportada.
"Mi hijo tiene miedo de que me deporten y no me vuelva a ver": guatemalteca que se refugia en iglesia
Aura Hernández, quien lleva dos semanas en una iglesia de Manhattan, narró su dolor ante la orden de deportación que enfrenta y denunció que fue abusada sexualmente por una persona que le tomó las huellas cuando fue arrestada por la Patrulla Fronteriza en 2005.
Video Madre guatemalteca se refugia en una iglesia de Manhattan para evitar ser deportada
Esta guatemalteca, de 37 años, asegura que está en la iglesia porque no quiere dejar de ver a sus hijos, Daniel y Camila, de 10 años y 15 meses respectivamente.
"Si yo me canso de estar aquí, me salgo de la iglesia y luego me deportan, ¿a quién voy a defraudar?: a mi hijo", dijo esta madre que lleva dos semanas refugiada en el templo.
Afirmó que sufre todos los días por la incertidumbre de no saber qué va a pasar con ella y sus dos hijos, quienes son ciudadanos estadounidenses.
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"Me arranca el corazón ver que mi hijo cada vez que sale de acá se va llorando", dijo.
Agregó que su pequeño Daniel le dice todos los días que no se quiere ir de la iglesia porque tiene miedo.
"Mi hijo me dice: 'tengo miedo de que entren a la iglesia, te saquen y no te vuelva a ver'", dice esta madre.
Aura, quien ha vivido más de un década en Estados Unidos, dijo que fue detenida en 2005 por la Patrulla Fronteriza.
"En ese momento la persona que estaba tomando las huellas abusó sexualmente de mí", denunció.
Alega que tras el traumático episodio no leyó los documentos con fecha para una cita en corte que le entregaron los agentes de Inmigración.
En 2013 Hernández tuvo una infracción de tránsito en Nueva York y fue justamente cuando salió a relucir la orden de deportación. En 2017, le informaron que sería expulsada del país.
"No sé qué vaya a pasar, nadie lo sabe, pero estoy segura en que voy a seguir de pie", puntualizó esta madre.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) declinó contestar sobre el caso de Hernández.
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