“Nos va a arruinar”: reacciones ante posible cierre de restaurantes en NYC en otoño

QUEENS, Nueva York. –– Cientos de restaurantes han tenido que cerrar sus puertas en la ciudad de Nueva York por los estragos económicos de la pandemia. Algunos de ellos se han mantenido a flote brindando servicio de alimentos para llevar y comiendo en exteriores. Sin embargo, el gobernador Andrew Cuomo ha dicho que para el otoño podría verse obligado a cerrar de nuevo los restaurantes de la ciudad.

Dicha medida se aplicaría en los próximos meses cuando las temperaturas bajen, ya que el alto número de violaciones a las reglas de distanciamiento hacen poco probable que se permita el comer en el interior de los mismos a corto plazo, dijo el gobernador.

“Nos van a dejar en la ruina", dijo Manuel, que trabaja en un restaurante de Jackson Heights.

Nueva York ha suspendido las licencias de licor de casi 150 bares por violar las órdenes de distanciiamiento social y amenaza a los negocios con multas de hasta 10,000 dólares por violación.

“Es arbitrario", dijo Leonardo, un residente de la zona. “Se supone que lo que sientan en una mesa está en contacto pero cerrar los restaurantes de nuevo me parece arbitrario”.

A diferencia de otras partes del estado, los restaurantes y bares de la Gran Manzana no han sido autorizados a reabrir sus puertas para recibir clientes en el interior. A pesar de haber pasado a la última fase de reapertura, la ciudad se ha demorado en permitir el ingreso a estos locales y no ha ofrecido una fecha para su apertura.

La senadora Jessica Ramos llama a un diálogo para buscar opciones que beneficien esta industria que emplea a miles de hispanos.

“Aquí cerca en la ciudad de Westchester y Long Island ya están comenzando a comer adentro los restaurantes y el índice de virus está más bajo que nunca así que me parece apropiado comenzar a tener estas consideraciones", dijo la senadora Ramos.

No todos están a favor de abrir los restaurantes. También hay voces en contra de comer en el interior.

“Posiblemente no solamente los consumidores sino los mismos empleados se van a sentir afectados en su salud es la economía del país o la salud de miles de personas'', ofreció un residente.

Los estragos económicos podrían implicar el cierre de uno de cada tres restaurantes en la ciudad de Nueva York. A esto, se suma el hecho de que más de 200,000 trabajadores de servicios siguen desempleados.