No importa sobre qué tema tuitee: el cambio climático, el sistema educativo, las celebraciones del 4 de julio, las abejas, los parques naturales del estado o sus postura política sobre el Russiagate. La respuesta de los ciudadanos neoyorquinos a los mensajes del gobernador Andrew Cuomo en Twitter es siempre es la misma: "Fix the trains" o "Fix the subway" (Arregla los trenes y arregla el metro, en español).
"Arregla los trenes": el constante troleo en Twitter al gobernador de Nueva York por la crisis de su metro
Mientras el metro de Nueva York atraviesa una crisis protagonizada por los retrasos, los cambios de ruta y las averías, los usuarios exigen incansablemente la intervención del demócrata.


Fix the subways
— Matt (@Mchuck16) June 23, 2017
Con este clamor, usuarios de la red de transporte de Nueva York están comunicando al gobernador su hartazgo con la gestión de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA, por sus siglas en inglés), de la que depende el metro de la ciudad. Cada día, decenas de mensajes sobre el estado del subterráneo inundan la activa cuenta oficial del demócrata, exigiéndole que actúe para solventar la crisis en la que está envuelta el sistema de metro.
Desvíos impredecibles, retrasos constantes, cortes de energía y averías mecánicas... estos son solo algunos de los males actuales de una red de metro de casi 117 años de antigüedad, que aqueja también una histórica falta de inversión.

Algunos incidentes sufridos en la red de transporte han saltado a los titulares de los medios de comunicación en las últimas semanas. A principios de junio, un tren de la línea F se quedó parado durante 45 minutos en el interior de un túnel, a oscuras y sin aire acondicionado. Una pasajera publicó un video del incidente que parecía sacado de una película de terror, en el que se veía a los pasajeros tratando de escapar del vagón. A finales del mismo mes fue el descarrilamiento de un tren de la línea A el que dejó varias decenas de heridos.
A esta situación se suma ahora los trabajos de remodelación de Penn Station, a los que los neoyorquinos (incluido el propio Cuomo) se han referido como "el verano infernal". Las más de medio millón de personas que cada día pasan por este centro de transporte se verán afectadas por cierres de vías, demoras y suspensiones de servicios.
El descontento de los usuarios con el metro de Nueva York también se ha manifestado en offline con protestas frente al despacho de Cuomo. Y es que la situación está empezando a pasarle factura al gobernador demócrata. El periódico The New York Times publicó los resultados de una encuesta elaborada por la Universidad de Quinnipiac que registraba una caída de la aprobación general del gobernador ("plagado de malas calificaciones por su manejo del transporte público") del 52 al 46 por ciento en tres meses.










