"Yo trabajo en una compañía internacional estoy encargado de un proyecto en el Reino Unido. Estaba a punto de entrar a una cena de reunión cuando mi hija Dina me llamó:
"Una amiga de mi hija me llamó y en ese momento dejé de sentirla": Hablan los padres de la estudiante de FIU que murió aplastada por el puente
Rotos de dolor, Orlando y Gina Durán, los padres de Alexa, hablaron por primera vez luego de la muerte de su hija. Acompañados de su abogado, anunciaron que demandarán a las ocho compañías que participaron en el diseño y construcción del puente que iba a unir FIU con la ciudad de Sweetwater.
―Papá, le pasó algo malo a Alexa, ¿tienes tiempo ahora?
―Sí― le dije.
―Papá, está en todas las noticias".
Orlando Durán repasa el momento en que se enteró del colapso del puente de la calle 8 en Miami en el que su hija Alexa Durán, de 18 años, murió junto a otras cinco personas.
Rotos de dolor, Orlando y Gina Durán, los padres de Alexa, hablaron por primera vez luego de la muerte de su hija. Acompañados de su abogado, Alan Goldfarb, anunciaron que están presentando una demanda contra las ocho compañías que participaron en el diseño y construcción del puente que iba a unir FIU con la ciudad de Sweetwater.
“Sólo pedimos justicia. Ya nada nos traerá de vuelta a nuestra hija pero queremos que se identifiquen los responsables. Sabemos que esto pudo haberse evitado, hasta lo más simple no ocurrió, la seguridad es lo primero”, declaró Orlando Durán.
Alexa murió aplastada dentro de su carro cuando regresaba de llevar a su amigo Richard Humble al médico. Humble pudo escapar ileso del accidente porque el concreto no cayó sobre el puesto del copiloto, donde él iba sentado, pero ella nunca salió.
Apenas unos minutos antes del colapso, Gina Durán había hablado con su hija, quien le dijo que ya iba a la casa a almorzar con ella. Alrededor de las 2:00 pm recibió una llamada que lo cambió todo.
“Me enteré por una amiga de mi hija que me llamó y dijo: ‘Señora Durán creo que algo malo le pasó a Alexa’. Yo en ese momento dejé de sentirla, uno lo siente, ahí supe que ya no estaba aquí”, explicó entre lágrimas su madre.
Desde entonces comenzó la odisea de buscar a Alexa. Cuando le dijeron en el hospital que ella no había sido ingresada entre los heridos por el accidente, Gina confirmó sus sospechas.
Mientras tanto, Orlando Durán intentaba buscar un pasaje para regresar desde Londres a Miami. “Tuve el vuelo más largo y doloroso de mi vida, demasiado tiempo para pensar”, confesó el padre.
Hija de inmigrantes
Alexa nació en Fort Lauderdale y es la segunda hija de dos ecuatorianos. Su única hermana es Dina, y su madre contó que ambas crecieron muy vinculadas a sus raíces hispanas. “Cuando eran pequeñas las llevábamos a Guayaquil y a Quito, de donde somos nosotros y se identificaban mucho con nuestro país”, relata Gina Durán.
Los padres de la víctima más joven del colapso del puente en Miami describieron a Alexa como una joven de buenos sentimientos. “Tenía un corazón gigante, siempre ayudaba los demás”, dijo su madre.
Orlando Durán reconoció que no sabía cuántas vidas había tocado su hija hasta que recibió numerosas demostraciones de cariño en el funeral. “Ella siempre se ponían antes que los demás”, describió su padre.
Los Durán tienen una tintorería desde hace 15 años y su madre cuenta que desde muy pequeña Alexa comenzó a ayudar en el negocio familiar. “Ella ha estado allí desde que tenía 3 años. Desde los 8, comenzó a ayudarnos, atendía clientes, más tarde con las cuentas, lavando ropa, sacando manchas”, recuerda su madre.
Sus padres dijeron que precisamente su labor ayudando a su mamá fue determinante a la hora de escoger su universidad. “A pesar de haber sido aceptada en varias, decidió FIU porque quería estar cerca de mí. Ella no me quería dejar, me dijo que se iba a quedar conmigo para ayudarme en el trabajo. Era mi asistente”, confesó la madre entre lágrimas.
Soñaba con ser abogada
Alexa estaba estudiando su primer año de Ciencias Políticas en FIU, pero su sueño era ser abogada internacional, dijo su padre. “Disfrutaba la vida más de lo que ninguno pueda imaginar. Ella quería ejercer derecho internacional y viajar por el mundo”, declaró Orlando Durán.
Su madre agregó que su sueño de ser abogada era para ayudar a su familia. “Ella quería ser abogada para que yo no tuviera que trabajar más. Tenía un corazón inmenso. Trabajaba los sábados en la tintorería, se perdía planes con sus amigas para ayudarnos”, contó desolada, Gina Durán.
Los padres de Alexa coinciden en que se sienten dentro de una pesadilla de la que creen que pronto van a despertar. “A veces la llamo por su nombre, digo ‘Alex’… y enseguida recuerdo que ya no está, ya no está”, dijo su mamá.
El momentos más doloroso de su vida
Para su padre también han sido las peores semanas de su vida, dijo. “Yo he enfrentado cosas, pero esto es demasiado para mi, es una prueba muy difícil. Solo encuentro a mi esposa llorando y haciéndome preguntas que no puedo responder”, declaró Orlando Durán.
El padre contó que él mismo le había dado ese vehículo a Alexa para ir a la universidad. “Era mío y yo se lo había pintado y arreglado bien bonito. Era un carro seguro, pero nada la podía proteger contra eso”, se lamentó.
Relató que finalmente pudo llegar a Miami el sábado, tres días después del accidente. “Llegué para ver la escena más horrible que un padre puede ver: cuando estaban sacando el carro todo aplastado. No me he podido quitar esa imagen de la mente y no sé si pueda hacerlo algún día”, confesó.
A Gina Durán le consta que su hija se sentía feliz. Apenas un mes antes de morir, Alexa le dijo a su madre que estaba en un buen momento de su vida. “Mami, estoy muy contenta de estar estudiando, de estar ayudándote con el trabajo, estamos guardando dinerito, mami amo la vida”, se consuela Gina Durán con las palabras ya remotas de su hija.
