Un video muestra cómo una juez irrespeta y grita a una mujer enferma quien moriría a los pocos días

Sandra Twiggs, que padecía de asma y de una enfermedad pulmonar crónica obstructiva, murió días después de ir a corte con la jueza Merrilee Ehrlich. Familiares de Twiggs aseguran que “llegó a la casa tan devastada después de comparecer que apenas podía respirar”.

Video Una jueza despreció y le gritó en corte a una enferma en silla de ruedas que murió días más tarde

Una juez del condado de Broward, en Florida, está en el foco mediático luego que se hiciera viral, en las últimas horas, un video en el que se la ve recriminando y gritándole a una presa que días después moriría.

Según el reporte del Juez Administrativo del condado, Jack Tuter, el 13 de abril la jueza Merrilee Ehrlich recibió a Sandra Twiggs, de 59 años, para que compareciera por un delito menor de violencia doméstica.

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Como queda registrado en el video, Twiggs apareció en la corte en una silla de ruedas, tosiendo porque sufría de asma y una enfermedad pulmonar crónica conocida por su sigla en inglés como COPD.

Ehrlich y la acusada no estaban en la misma habitación: Twiggs apareció en un video en vivo desde una prisión del norte de Broward, mientras que Ehrlich estaba en el juzgado principal en el centro de Fort Lauderdale.

En un momento de la sesión, Ehrlich le pregunta a Twiggs si ella y su hija, la presunta víctima, viven en la misma casa. Twiggs trata de responder a la pregunta, que requiere un poco más que un "sí" o un "no", ya que la joven no vivía todo el tiempo con su madre. Twiggs se queda a la mitad de la frase y Ehrlich le grita: "¡Por favor! ¡No responda más de lo que le estoy preguntando!". Ehrlich le pide al abogado de Twiggs que le diga que pare de hablar.


Minutos después, Twiggs trata de decirle a la jueza que necesita tratamiento médico por sus problemas pulmonares. Pero la jueza estalla al decir: "Señora, ¡yo no estoy aquí para hablar de sus problemas de salud!".

Al final, Ehrlich permitió que Twiggs fuera liberada sin fianza. Cinco días después apareció muerta.

Carolyn Porter, una amiga de la familia, le dijo al Miami Herald sobre la muerte de Twiggs que después que salió en libertad y regresó a su casa, estaba mareada: “ Llegó a la casa tan devastada que apenas podía respirar”.

Según el reporte policial, Sandra Faye Twiggs nunca había tenido problemas con la ley antes de que la policía de Lauderhill la acusara el 13 de abril por arañarle la cara a su hija durante una disputa doméstica por un ventilador.

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Según el Juez Administrativo Tuter, se le pidió a Ehrlich que no regrese al tribunal por cómo trató a Twiggs.

"A la luz de los acontecimientos recientes, hemos decidido que se le indicará al juez Ehrlich que no regrese al tribunal ya que su jubilación entrará en vigencia el 30 de junio", dijo Tuter. " Trabajaré este fin de semana para encontrar un sustituto para cubrir la división [del tribunal de familia] de la juez Ehrlich".