Los residentes aseguran que sus viviendas se han llenado de moho en los techos, en las paredes y en los pasillos, a pesar de la remodelación del edificio, y que les ha ocasionado daños dentro de los apartamentos durante dos años. Denuncian, además, que el moho les está provocando problemas de salud. Señalan que los administradores no les cumplen los compromisos de reparación o ayudas.