El acusado, Jeremy Froias, enfrenta cargos por video voyerismo e intento de poseer material para la explotación infantil. Ocultó la cámara en un baño público de un crucero de Royal Caribbean que partió de Miami a finales de abril. Habría grabado a 150 personas, entre los que había 40 menores de edad. El FBI trabaja para identificar potenciales víctimas y
piden llenar esta forma.