El presupuesto fue firmado tras un recorte de 1,000 millones de dólares en programas de alquileres asequibles, educación y servicios sociales. El gobernador indicó que el estado tuvo grandes ganancias e indicó que Florida tendría, además, 6,300 millones de dólares para enfrentar pérdidas y soportar posibles problemas económicos.